LA MADRE DE ROMO TAMBIÉN SE QUEJA
Los abogados citan ejemplos de supuestas actuaciones negligentes de los fiscales. Edwin Romero, patrocinador de la familia Jiménez considera reprochable que algunos formulen cargos, y al no encontrar elementos suficientes, tengan que vincular a personas para ganar 30 días para tratar de recolectar más indicios. Claro, si la suerte los acompaña.
En el propio caso Jiménez asegura que primero investigaban homicidio, luego formularon cargos por ejecución extrajudicial, reformularon cargos por asesinato; y “la propia Fiscalía termina pidiendo auxilio al juez de Garantías Penales que se declare la nulidad”.
Alexandra Córdova, madre del estudiante David Romo, desaparecido hace seis años, dice que la actuación de la Fiscalía “resumiría en una palabra: negligente”. Cuenta que los investigadores tuvieron todo para dar con el paradero de su hijo. “Sin embargo omitieron su deber. Hace seis años me pidieron aceptar el proceso penal de robo para ganar tiempo en la investigación”. Pero revela que en la actualidad volvieron a hacer lo mismo al darle dos procesos, sin un lineamiento lógico y con los mismos personajes. Ella considera que no pueden ser los mismos investigándose, “no pueden ser juez y parte”.
El abogado guayaquileño Aníbal Quinde opina que cada caso tiene una particularidad. “Diferenciando la contaminación política que puedan tener, estos adolecen de ligereza en cuanto a la acusación”, opina.
A su criterio, en algunos casos hay indicios que demuestran un hecho, pero este no se subsume en la norma. En otros casos existe un hecho subsumible en la norma, pero no tiene elementos que justifiquen ese hecho. Puntualiza que, entonces, tardíamente se dan cuenta de que los casos no soportarán una contradicción y es cuando constituye la debacle para el proceso penal.