PERISCOPIO
“EL que la hace, la paga”, dice la vieja expresión criolla. Y es la que habrá de ser aplicada a la coimera Odebrecht que ha iniciado nada menos que un proceso judicial contra el Estado ecuatoriano (Petroecuador, puntualmente) para que este le pague más de 180 “melones” de dólares por haber terminado unilateralmente el contrato del oleoducto Pascuales-cuenca, obra que está destruyéndose a pasos agigantados por lo mal construida. La última solución planteada es que Ecuador pague esa suma y la empresa brasileña reconstruya lo mal hecho. ¿Será eso lo justo?
Y es que en este asunto de la “coimadora” mayor de todos los tiempos se está dando el típico caso de “los pájaros contra las escopetas”. Y ha escogido a nuestro gobierno porque a pesar de las promesas que se hicieron en el gobierno pasado y de los viajes que efectuaron al país de Pelé y Bolsonaro altos funcionarios del gobierno, nunca apareció la tan mencionada “lista de Odebrecht”, mientras en otros países varios expresidentes fueron enjuiciados y uno (Alan García, en Perú) hasta se suicidó. En los momentos de la fallida investigación incluso se trató de contratar traductores para traducir (¡qué absurdo!) los nombres de los implicados.
ENTRE los tantos precandidatos presidenciales que siguen asomando para las elecciones de 2021 aparece la figura del exmandatario Lucio Gutiérrez, que estuvo poco tiempo en el Poder, y que tratará de convencer al electorado arrepintiéndose de los errores que lo obligaron a dejar Carondelet. Se refirió al “Octubre negro” que sacó mucha gente a las calles y que no actuó precisamente en forma pacífica, puesto que casi destruyen el Centro Histórico de la Capital. Dice que su familia le implora que no regrese a la política, de la cual ya tiene amargas experiencias.
LA “maldición bíblica” del trabajo, que se aplicó desde los tiempos de Adán, se convirtió en una necesidad, porque el que no lo sufre pasa peores angustias por “falta de chamba” (¿paradójico, verdad?). Y en el Ecuador el índice del desempleo es uno de los más altos del mundo luego de que “se hicieron humo” más de 15 mil “pegas”, en el sector privado y público. Mientras que en la poderosa Yoni, a pesar de los errores de míster Trump, el mentado índice bajó al 3.5 por ciento. ¡Como para tenerle enorme envidia a los gringos del “imperio” del que habla Maduro! Los desempleados tendrán, pues, que salir a vender chifles o guatita...
EN este mes se cumplieron dos décadas desde que en el Ecuador se impuso la dolarización. Este cambio monetario del sucre al dólar se lo decretó en el gobierno de Mahuad para hacer frente a la terrible crisis económica que produjo el tan condenado “feriado bancario”. Sin embargo, por dicha crisis Jamil fue echado del poder y lo sustituyó Gustavo Noboa. Desde entonces, el expresidente vive como fugitivo en el país del Norte. Y ello aunque también fue quien firmó la paz definitiva con Perú. A pesar de estos importantes méritos, hasta ahora no se lo perdona.
ES un secreto a grandes voces que la nueva embajadora del Ecuador en la Yoni sería la diplomática Ivonne Baki, quien en el pasado ya desempeñó tan importantes funciones y que luego fue encargada de realizar la imposible tarea (que por supuesto no pudo cumplir) de recolectar en el mundo millones de dólares para que no se imponga la minería en los terrenos del Yasuní. Todavía no le concede el gobierno yanqui el “beneplácito”, pero se da por hecho que se lo otorgará el presidente gringo, quien se hizo buen amigo de la ecuatoriana cuando esta dirigía el concurso de Miss Universo que entonces organizaba Donald Trump como empresario.