Salvar al ferrocarril
Actualmente se está realizando una investigación especial por parte de Contraloría sobre irregularidades en los materiales adquiridos, de presunta mala calidad, para el ferrocarril, denunciadas por la prensa. Ya es hora de que el gobierno de turno analice minuciosamente lo actuado por el gobierno de aquella época. Es conocido que los durmientes recibidos no fueron inspeccionados ni supervisados técnicamente; a pesar de eso fueron comprados. La calidad no fue analizada como manda la ley. Solo tramos de vías funcionan adecuadamente; el resto de durmientes de madera no se utilizan desde hace mucho tiempo y tienen fisuras, comprados a una empresa española por 387 millones. Hoy existen cerros de durmientes en mal estado, locomotoras como reliquias en algunas provincias, que quedan de testimonio del desinterés del gobierno. Ante esto se han planteado dos proyectos para concesionar el sistema ferroviario, porque hay interesados en su funcionamiento, para lo cual se contaría con durmientes de hormigón armado. Ahora hay un tramo ferroviario rehabilitado con ese material pero el ferrocarril funciona solo para recorridos turísticos en cortas distancias. Queda confirmado que el gobierno es pésimo administrador y a pesar de esto se tiene la idea del tren playero Daule-manta. Que el presidente Moreno realice la investigación especial y reclame con firmeza a la empresa española por presunto incumplimiento y el aparente daño a los ferrocarriles ecuatorianos.