Tormentas de polvo y granizo se abaten en Australia, tras incendios
Las lluvias dan un respiro en varias zonas afectadas por el fuego
Fuertes tormentas de granizo se abatieron sobre la costa oriental australiana ayer mientras apocalípticas tormentas de polvo barrieron zonas afectadas por la sequía, unos eventos extremos que conviven con los incendios que consumen partes del país desde septiembre.
Más de 10 millones de hectáreas han sido consumidas por los incendios en los que han perecido 29 personas y cientos de millones de animales y han destruido más de 2.000 viviendas.
Violentas tormentas de granizo se abatieron sobre la capital,
Canberra. Los servicios de emergencia pidieron a la población que “retiren los vehículos que están estacionados en la calle y los alejen de los árboles y de los cables eléctricos”.
El servicio meteorológico pidió a los habitantes del estado Nueva Gales del Sur, donde se encuentra Sídney, que estén preparados. “Se prevén fuertes tormentas que pueden producir daños, vientos destructores, posiblemente gigantes tormentas de granizo y fuertes lluvias que pueden acarrear inundaciones en las próximas horas”.
Imágenes tomadas el fin de semana en Nueva Gales del Sur muestran una tormenta de polvo que se dirige hacia ciudades del interior. Habitantes de la zona señalaban que se había vuelto de noche en medio del día. En Victoria, donde los incendios seguían activos, las fuertes lluvias eran bienvenidas, pero las autoridades advirtieron de eventuales peligros. El primer ministro del Estado, Daniel Andrews, dijo que la lluvia significa aludes de tierra que complican los esfuerzos para abrir carreteras cerradas.
El fuego pone en peligro a 272 especies de plantas, 16 mamíferos, 14 ranas y 9 aves. MINISTERIO DEL AMBIENTE Australia