Padres elevan sus reclamos
Ellos protestaron por la filtración del examen y los bajos aciertos que obtuvieron sus hijos
Decenas de padres de familia de varios colegios de Guayaquil realizaron ayer un plantón en los bajos del edificio público del Sector Social ‘Joaquín Gallegos Lara’, donde funciona la regional de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt). Lo hicieron para exigir la eliminación de la prueba Ser Bachiller, que desde el lunes pasado se toma a 169.347 estudiantes de tercero de bachillerato del ciclo Costa.
Los padres de familia denuncian una supuesta filtración de las preguntas de la evaluación que sirve para graduarse en el colegio y postularse para estudiar una carrera en el sistema de educación superior. Ellos, junto a sus hijos, exigían con pancartas y gritos que se tomen más controles para no perjudicar a los jóvenes que tienen el sueño de ir a la universidad.
Irene Flores, madre de familia del colegio Santo Domingo de Guzmán, no acepta que su hija, que ha mantenido un excelente promedio durante su trayectoria estudiantil, haya obtenido solo 62 puntos en la evaluación que rindió el lunes pasado; mientras que otros compañeros que tienen bajos promedios académicos hayan logrado muchos más
Hay que investigar para conocer a los responsables de la filtración de las pruebas y se los debe sancionar con el rigor de la ley, ya que está perjudicando a muchos jóvenes.
No es justo que la trayectoria brillante de un chico se termine en dos horas y media de examen. Tampoco lo es que aquellos con bajo aprovechamiento tengan más aciertos.
aciertos en la prueba que rindieron la tarde del mismo lunes o al día siguiente.
“Lo que pasa es que se filtró la evaluación y quienes la dieron primero salieron perjudicados por la complejidad de la misma. En cambio, los otros, como ya tenían las respuestas, pudieron desarrollar muchas más preguntas y lograr más aciertos”, argumentó.
María Eugenia Salazar, madre de familia del colegio Nueva Semilla, también cuestiona la prueba y plantea su eliminación para que los colegios o universidades sean los que recepten otro tipo de examen.
“No puede ser que todos los años pase lo mismo. Estudiantes estresados porque no saben si van a lograr buenos puntajes, pese a que se preparan durante todo el año”, comentó la madre, quien además cuestiona la poca seguridad y garantía que brinda el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineval) para que la prueba no se filtre.
En el plantón también estuvo Gabriela Alarcón, estudiante de la Unidad Educativa La Moderna, quien estaba desconsolada por los pocos aciertos logrados en el test. “La prueba es difícil y tiene preguntas que nunca hemos visto”, anotó.
Un grupo de padres fue atendido por Ballardo Villegas, director de la Senescyt Zona 8. Al término del encuentro, ellos indicaron que la autoridad los citó para el próximo martes 28 de enero, para analizar qué salida dar a esta problemática.
Por el momento, los estudiantes quieren que se les reprograme el examen.