Barcelona y los rasgos de esperanza
Altos rendimientos individuales, posesión de pelota, control del partido y gol. Los aspectos que lo llevaron al Ídolo hacia la victoria.
Lduenass@granasa.com.ec a parcialidad amarilla amaneció ayer con una sonrisa en el rostro. La victoria de Barcelona ante Progreso esbozó rasgos de este nuevo equipo y sus capacidades, tanto individuales como colectivas. Desde la buena lectura en los cambios por parte del entrenador Fabián Bustos, pasando por el enfocado Javier Burrai en el arco, hasta la calidad técnica y visión de Damián Díaz.
Rasgos positivos. El año anterior los toreros arrancaron la Copa Libertadores precisamente contra otro uruguayo, y a pesar de que también fueron superiores aquel día, la diferencia de esta serie con Progreso fue la supremacía general que derrochó Barcelona. Aquella vez en 2019, Barcelona ganó con un tanto sobre la hora, ante Progreso lució muy cómodo y dominador de las acciones. Como si todo estuviese bajo control. Sobre todo en el aspecto ofensivo.
Si se busca una figura, no cabe duda de que el 10 amarillo se lleva ese cartel, pero es algo natural en él con este escudo. Lo que indica que cuando Díaz anda bien, Barcelona puede andar mejor. Esta prueba era para las caras nuevas: Javier Burrai, Williams Riveros, Bruno Piñatares y Emanuel Martínez.
Este último, quien tuvo que dejar la cancha por un choque, debutó y la camiseta no le pesó. El argentino fue desequilibrante cuando inició por la banda zurda y también fue determinante cuando tuvo que alternar con Fidel Martínez, por la derecha. Hubo ratos en los que aparecía como segundo delantero. Movimientos que desconcertaron al rival y limpió el panorama en los últimos metros.
Su trabajo se complementó con el retroceso constante de Jonatan Álvez, quien también
fue un destacado. El charrúa detecta los espacios y sus diagonales fueron un arma que la zaga de Progreso tuvo que lidiar todo el encuentro y con pocos resultados favorables.
El primer gol nace de un gran pivoteo suyo entre dos rivales. Pero Álvez también pudo irse del partido por una infantilada, luego de propinarle una patada al muslo, sin pelota, a uno de sus rivales. El 9 torero tiene antecedentes de estos y su ausencia sería muy sensible en estas instancias, ya que el paraguayo Cristian Colmán no puede ser utilizado hasta la fase de grupos.
Riveros y Piñatares se conocen de Delfín y de allí se entiende tal compenetración, sobre todo, a la hora de salir jugando.
“Los refuerzos hicieron un buen trabajo. Todos destacaron. Aún creo que hay movimientos que se deben pulir en ataque. Faltó algo más de juego por las bandas, pero en líneas
Me gustó mucho el equipo y me dejan tranquilo los niveles individuales. Nos falta mejorar en el transcurrir del torneo.
Salí golpeado no más, pero nada de qué preocuparse. Estoy feliz por el triunfo y ahora hay que pensar en la revancha.
generales lucieron muy superiores al rival”, dijo Janio Pinto a EXPRESO.
Es lógico que por el corto tiempo de Bustos al mando del equipo, no esté totalmente implementado el funcionamiento, pero el punto en el que se debe ajustar tuercas es en la tarea defensiva. Imposible decir que fue un desastre, pero tampoco se puede manifestar que brindó total garantías.
“Barcelona fue superior en ataque, pero en defensa tuvo algunos problemas. A Burrai le dispararon algunas veces y reaccionó bien. Que no hayan entrado ninguna de esas hace que no se profundice en este detalle, pero se tiene que mejorar en la tarea defensiva”, explicó Galo Vásquez.
Vale recordar que nunca antes, desde que rige el nuevo sistema con tres fases preliminares, ningún club que inició en esta instancia, llegó a la fase de grupos. Un fantasma que también tiene en el camino el club amarillo.
Pero esta victoria es un rasgo de esperanza. Son rasgos de esperanza ver que un equipo se conecta. Son rasgos de esperanza observar que, apenas terminada la pretemporada y el evidente desgaste, hay niveles individuales muy altos. Son rasgos de esperanza el camino (posibles rivales) que tiene por recorrer hasta la fase de grupos. Son rasgos de esperanza el abrazo en el primer gol que denota un equipo unido, una ofensiva que fluye y que el gol no se ausenta.