Pequeños empresarios se acercan al mercado bursátil
Se dictan charlas para atraer a los ◗ miembros de las cooperativas.
Diego Comina llegó la mañana de ayer a Guayaquil para asistir a un taller donde conocería las oportunidades de financiamiento que hay en el mercado bursátil, aquel mundo que siempre fue lejano y extraño para él y los 163 choferes que conforman la Cooperativa de Servicio Urbano de Machala.
La necesidad de acceder a un crédito que les permita seguir renovando la flota de autobuses (el 30% ya ha sido cambiada) motivó a él y a sus socios a aceptar la invitación de la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria (SEPS). Se fue entusiasmado, tomando contactos y bajo la promesa de empezar a sondear las casas de valores que le podrían ayudar a hallar el mejor instrumento de financiamiento.
Atraer a organizaciones, tanto del sector financiero como no financiero, y lograr que estas participen en bolsas, es un cometido que desde hace dos años viene impulsando con fuerza la Superintendencia junto a la Bolsa de Valores de Quito (BVQ). Los 14.814 pequeños negocios que al año reportan más de $ 1.400 millones en ingresos, ayudarían a nutrir la dinámica de este mercado y sus finanzas. “Nos interesa que las cooperativas y asociaciones que hay en el país se empiecen a familiarizar más con las opciones que ofrece este sistema, tanto para invertir como para ganar liquidez”, sostuvo.
Y para lograrlo se dictan estas capacitaciones con las que se pretende difundir conocimientos y derribar algunos mitos. Héctor Almeida, representante de la BVQ y uno de los invitados a capacitar, sostuvo que el primer mito es seguir creyendo que el mercado bursátil solo es para las empresas grandes. Si observan las cifras, estas dicen todo lo contrario. De los 282 emisores enlistados en las bolsas del país, 145 son pymes (pequeñas y medianas empresas), que hoy se están beneficiando ya de las bondades de este nicho financiero.
Comina busca que su cooperativa de transporte sea un actor más. Entendió que los mismos activos de su empresa (un terreno y una gasolinera) servirían como garantía para emitir una obligación o una titularización, ambos papeles que podrían permitirle adquirir deuda, en base a las condiciones de la empresa.
Una de las ventajas del mercado de valores, explicó Almeida, es que con un registro especial bursátil se permite fijar mejores condiciones a estas organizaciones para su participación. En este mercado, añade, no solo es posible hallar varias alternativas de financiamiento, sino conseguir recursos
a mejores tasas y plazos. A diferencia de los bancos privados, los inversionistas del mercado bursátil se adhieren a la metodología y capacidad de endeudamiento que mejor le convenga. Bajo negociaciones es posible decidir el tipo de garantías que tendrá, las tasas y plazos.
Hablar de cooperativas y asociaciones ya no es hablar de pequeños negocios, reflexiona, sino de organizaciones que tienen una fuerza económica que, bien administrada, puede ser aprovechada. El desafío, sostuvo Almeida, es que estas sociedades logren formalizarse. “Lo mínimo que una firma bien estructurada debe tener es estados financieros, procedimientos para elegir un consejo de administración. El nivel de formalidad es importante”.
EL DETALLE
Logro. En el 2018 se logró la incursión de las cooperativas de ahorro a este mercado. Producto de eso, ese sector emitió más de $ 20 millones el año pasado.
DATOS
Mercado para todos Se debe acabar con la creencia de que al mercado bursátil van solo las empresas más grandes. De los 282 emisores inscritos a nivel nacional, 145 son pequeñas empresas; 107 son grandes y 30, del sector financiero.
Casa de valores. Buscarlas es el primer paso para iniciar un proceso de inversión o emisión en bolsa. No obstante, tome en cuenta que no todas se dedican a la reestructuración, es decir, que no todas diseñan el título valor según la condición de la empresa.