El ‘vamping’ Y SUS CONSECUENCIAS
Así se conoce a la práctica de los adolescentes, que utilizan dispositivos electrónicos antes de irse a dormir La falta de concentración y dificultad en los procesos de aprendizaje son parte de sus efectos negativos
“Solo los mejores estamos conectados a esta hora. ¡Repórtense con un like!”, publicó ‘Danna’, de 16 años, en su cuenta de Facebook pasadas las 12:00. Su tiempo en la red social duró hasta casi las 03:00, a tan solo pocas horas de ir a clases.
Este fenómeno donde lo practican en su mayoría adolescentes, y consiste en utilizar aparatos tecnológicos durante la noche, reduciendo el tiempo necesario para descansar y de no dormir lo suficiente, se lo conoce como ‘vamping’.
El término se refiere a la combinación de las palabras inglesas vampire (vampiro) y texting (enviar mensajes de texto), y aunque es poco conocido, cada vez hay más jóvenes y adultos que lo practican.
No obstante, la costumbre es la favorita de los chicos, quienes aprovechan las altas horas de la noche como el momento ideal para socializar con sus otros compañeros, donde todos están conectados.
Esta “moda” puede causar consecuencias negativas no solo en ellos, sino también en todos los integrantes del hogar. Así lo asegura la orientadora y consultora familiar Reyna Domínguez.
Ella considera que uno de los problemas más severos del ‘vamping’ es la alteración del sueño y otras dificultades como: insomnio, cansancio físico, sobreexposición, entre otros peligros.
“El mundo virtual que se les presenta los atrapa significativamente, perdiendo interés en restablecer el contacto físico y perdiendo la noción del tiempo”, advierte.
Domínguez ofrece como alternativa identificar las necesidades de un adolescente en su intimidad, en su búsqueda y sus cambios físicos, recordando y acordando límites dentro y fuera del hogar.
Las condiciones y uso de los dispositivos tecnológicos deben ser parte de las conversaciones y si existen restricciones los padres deberán anticipar las consecuencias.
Acota que en el caso de los más pequeños, la exposición a altas horas de la noche con cualquier dispositivo, ya sea un celular, videojuegos o un televisor, afecta directamente su desarrollo, altera su concentración, se vuelven irritables e incluso se altera su alimentación.
Con ella coincide la psicóloga educativa y orientadora Érika Alvarado, quien afirma que los padres son los responsables de que los niños lo practiquen porque “les proveemos de celular desde muy pequeños. Debemos tomar conciencia y acciones concretas para prevenirlo”.
Sin embargo, lamenta que esta práctica pueda derivar en una adicción tecnológica, que si no se controla “toma la vida de la persona, igual como otro tipo de adicciones que tanto tememos”.
INFORME
Un estudio de la Universidad de Queensland (Australia) reveló que una de cada cinco mujeres y uno de cada ocho hombres culpan al celular de su pérdida de sueño.