‘American Dirt’, un libro sobre migración que genera malestar en la comunidad latina en Estados Unidos
‘American Dirt’, obra sobre la migración ilegal, genera críticas de la comunidad latina en ese país. Fue escrita por una mujer blanca
En las últimas dos semanas, la comunidad latina en Estados Unidos se ha unido contra el último hit de la industria editorial. Pensada para arrasar en las listas de ventas, ‘American Dirt’ hace méritos para convertirse en el gran fiasco del año. O de la década.
Escritores y periodistas de origen latinoamericano que viven en Estados Unidos se han lanzado contra la obra, al entender que es un compendio de “estereotipos” y “errores”. Además, acusan a la autora, Jeanine Cummins, y a la editorial de apropiación cultural y de una falta total de sensibilidad.
American Dirt cuenta la historia de Lydia y Luca, una madre y su hijo, los dos mexicanos, perseguidos por el narco, obligados a huir a Estados Unidos para salvar el pellejo. Cummins sitúa la acción en Acapulco. Un domingo, el cartel local ataca a la familia de Lydia y Luca, asesinando a 16 personas, entre ellas al esposo y papá de los protagonistas. Madre e hijo sobreviven de milagro y escapan. La extraña mezcolanza de tramas, la caracterización de Lydia como madre coraje, la romantización del capo del narcotráfico y la reducción del dolor de la migración a “una aventura como en las películas”, como escribe la propia autora, han provocado el enfado de muchos en México y Estados Unidos.
Todo empezó a mediados de enero. Flatiron Books, la casa editorial, llevaba meses promocionando la novela, por la que había pagado una cantidad de siete cifras. Escritores consagrados como Stephen King o Don Winslow habían escrito comentarios alabándola. Grandes medios como The New York Times o The Washington Post habían publicado reseñas positivas. La editorial vendió los derechos para adaptarla al cine. Y su consagración: la influyente presentadora de televisión Oprah Winfrey la recomendó para su club de lectura.
Pero poco a poco el enfado de la comunidad latina empezó a escucharse. Primero, por un asunto de apropiación cultural, por el derecho (o no) de una mujer blanca, criada en Maryland, a contar una historia ajena a ella. Y segundo, por la calidad de la novela, que muchos califican de pésima.
El malestar fue imponiéndose a los elogios. La reportera Esmeralda Bermúdez, de Los Angeles Times la describió como “un embeleso para los blancos sobre la situación migratoria, todo ello a partir de los peores estereotipos, obsesiones e imprecisiones sobre los latinos”. En otro artículo, el autor Daniel Hernández indicó que: “están tratando este asunto [el drama de la migración] como si fuera una película de Marvel”.
El escándalo aumentó tras que surgieran fotos de la cena del lanzamiento de la novela en Nueva York, en la que los arreglos florales representaban muros con alambres de púas. Tras las críticas y varias amenazas, la editorial decidió cancelar el tour promocional de la obra.
Pese a ello, la autora apenas ha dado explicaciones. “Durante cinco años me resistí a escribir esta historia, porque no soy migrante, no soy mexicana y no sabía si tenía el derecho de escribirla”, dijo recientemente. “Pero mi papá murió en 2016, y bueno, me di cuenta de que no me importaba lo que nadie dijera, porque mi padre estaría muy orgulloso de este libro”.
American Dirt es un espectáculo torpe, y mientras algunos críticos blancos comparan a la autora con Steinbeck, creo que una comparación más apropiada es el rapero blanco Vanilla Ice. MYRIAM GURBA escritora