Tren perdido en el café
La productividad es baja en el país y no hay apoyo de parte del Estado ❚ La salida está en los cafés especiales
La baja productividad del país y la merma en las exportaciones reducen el beneficio que podría obtener Ecuador gracias al alza del 16 % en el último año. La opción actual es un nicho de mejores precios aún: los llamados cafés especiales.
En un año el precio del café arábigo -febrero de 2019 a febrero de 2020subió un 16,75 %. La libra pasó de 0,95 a 1,11 dólares en el mercado internacional, de acuerdo con el portal Investing.
Sin embargo, hoy que eso pasa, Ecuador no puede aprovecharlos. La producción nacional ha decaído y eso se refleja en las estadísticas. Entre 2017 y 2019 las exportaciones cayeron de 19.000 a 13.000 toneladas, y en valores de 119 a $ 83 millones. En 2012 el país llegó a exportar 56.000 toneladas ($ 260 millones de dólares).
Este desincentivo, señala Askley Delgado Flor, expresidente de Anecafé (Asociación Nacional de Exportadores de Café), se debe a la falta de apoyo desde la esfera estatal, con un derroche, sin resultados, de dineros estatales.
“Sumado a un costo brutal que tienen las empresas manufactureras en los servicios de electricidad, agua, telefonía, que no solo son caros sino deficientes”. “La energía se corta a cada momento sin que haya una solución, y eso implica enormes costos para las pocas fábricas que quedan”.
Durante el gobierno de Rafael
Correa se promocionó la llamada minga del café y del cacao, que supuso una inversión superior a los 200 millones, pero que en el caso del café, según las estadísticas, no se ve reflejada en resultados.
Los únicos esfuerzos que han tenido efecto son los de la empresa privada, que ha financiado los concursos de Taza Dorada (para arábiga y robusta), organizados por Anecafé, y que han hecho que los mejores lotes sean vendidos a compradores especializados de Europa, Estados Unidos y Asia a precios elevados.
Humberto Heredia, dedicado al comercio del café por décadas, señala que en el corto y mediano plazo el precio promedio del quintal de arábigo estará en torno a los 129 dólares, por lo que la escasa productividad no le permitirá a Ecuador seguir en el mercado, salvo que se enfoque en producir cafés especiales para un nicho creciente de mercado.
Según anota Delgado “ningún Gobierno pudo tener una política del sector después de la eliminación de las cuotas” (años 70) y que elevaron los precios debido al control de la oferta. Después del año 2000, los cafetales de Manabí y de otras provincias del país comenzaron a ser reemplazados.
Al no contar con productividades altas, pero sí precios bajos, los agricultores no tenían motivación para nuevas siembras o la rehabilitación de viejas huertas. Los mejores rendimientos en robusta no tuvieron el apoyo financiero que se prometió. A muchos comuneros a los que les ofrecieron financiamiento no se los dieron.
La elevada producción, en especial de la variedad robusta, de países como Vietnam, Brasil y otros de Asia, provocaron la caída de precios en el mundo, pues en esas naciones lograron mayor producción por hectárea con menores costos, manifiestan los expertos.
EL DETALLE
Visitas Incluso el exvicepresidente Jorge Glas visitó una de las haciendas en Guayas a la que al final no le dieron el apoyo: no financiaron a productores.
LA FRASE
De nada valieron los pedidos del sector, la industria y la producción siguen en crisis total.
ASKLEY DELGADO Expresidente de Anecafé