Verduga sí pagó sobornos a cambio de sus contratos
En el noveno día de juicio la defensa de los empresarios actuó sus pruebas en el caso Sobornos ❚ Los jueces programaron la defensa de ocho empresarios
El representante de Equitesa dice en el juicio del caso Sobornos que lo presionaban para pagarle las planillas.
A Pedro Verduga, de Equitesa, sí le habrían pedido, desde el gobierno de Rafael Correa, aportes a cambio del pago de planillas por contratos que tenía con el Estado.
Lo dijo ayer ante el tribunal que juzga el caso Sobornos 20122016 por posible cohecho generado en los presuntos aportes que habrían efectuado empresas contratistas del Estado a las campañas de PAIS.
Verduga, de 81 años, se sentó frente a los jueces Iván León, Marco Rodríguez e Iván Saquicela y contó su historia. Lo hizo a pesar de la recomendación médica de no estar en lugares que superen los 1.000 metros de altura. Quito alcanza los 2.800 metros. Verduga vive en Guayaquil y desde hace tiempo presenta afectaciones cardíacas.
Después de contar su trayectoria en el mundo de la construcción y de explicar que antes de Rafael Correa ya existían carreteras y obras grandes, expuso que le solicitaron dinero en dos oportunidades.
En la primera fue Pamela Martínez, la exasesora de Correa. Fue por el contrato de la vía Chone. Explicó que la exministra María Duarte se había negado a facilitar los pagos o a reunirse con él. Gracias a un subsecretario, parecía que todo se solucionaría. Él le indicó que Martínez le llamaría.
Hubo un encuentro y Martínez ofreció que “sería posible el pago, pero mediante una contribución”. Él aceptó porque concluyó que no tenía otra alternativa frente a pagos de obligaciones pendientes.
El siguiente pedido dice que vino de Walter Solís tras alentarle por ser calificado entre las empresas más importantes. Dice que Solís llevó el mensaje en nombre de Jorge Glas, Alexis Mera, María Duarte y Vinicio Alvarado. El pedido fue un millón de dólares. Indica que no pudo pagar. Alembert Vera, defensor de Solís, llamó mentiroso al empresario.
Gabriela Moreira prescindió de una veintena de testigos. Presentó cinco documentos.
La fiscal Diana Salazar no objetó la prueba. Destacó que lo dicho por Verduga reafirma su teoría: una estructura criminal operó en el anterior gobierno y estaba conformada por exfuncionarios y empresarios. Que había líderes, jerga, órdenes, entre otras cosas.
Teodoro Calle, de Técnica General de Construcciones, empresa a la que dice que no representa desde hace 12 años, fue el siguiente. Enumeró las pruebas de la Fiscalía y las rebatió.
Habló de errores, imprecisiones e información equivocada. Mencionó que de los nueve contratos presentados por la Fiscalía, solo dos están en el rango de la investigación y fueron por licitaciones públicas. Los siete restantes, acotó, se firmaron en 2008 y los que analizó la Fiscalía para acusarlo son órdenes de cambio, órdenes de trabajo canceladas o contratos complementarios.
Reconoció que sí hubo facturas, pero fue por las acostumbradas inauguraciones de obras. Ese es un mecanismo de promoción del trabajo de la empresa, manifestó.
Rafael Córdova, de Metco, negó haber tenido contratos con el Estado. Dijo que fue apoderado de una empresa rusa que no está procesada y que dejó ese encargo en diciembre de 2011. Aseguró que sí hubo pago de facturas, pero no mediante un cruce de documentos.
EL DETALLE
Desconocimiento. Pedro Verduga dijo que no entregó sobres con dinero a Yamil Massuh. Negó que el exasambleísta Christian Viteri lo haya presionado.