“No es que jugamos carnaval y ahora toca ponerse ceniza”
Iglesias como la Catedral de Guayaquil, San Agustín y Señora de la Alborada se llenaron de ciudadanos a las 07:00 ❚ Hubo misa hasta las 21:30
Los rayos de luz del amanecer aún no se definen, faltan minutos para las 05:00 y en más de un hogar se enciende una lámpara para alistarse y salir a la misa de Miércoles de Ceniza. Sara Albán, Clara Sojos y Teresa Caicedo son tres feligresas católicas, de otros muchos que madrugaron para recordar que “polvo son y a polvo regresarán”.
Las tres son adultas mayores y podían asistir a una misa más tarde, pero la tradición las impulsa a cruzar las puertas de la Catedral San Pedro Apóstol de Guayaquil antes de las 07:00.
Sara cuenta a Diario EXPRESO que desde los 15 años se acostumbró a asistir a la primera misa. Para ella, es un momento para hacer crecer la fe y meditar el valor que tiene la vida. A su grupo madrugador se suman personas que trabajan, como Mercedes Quimí.
Esta última creyente llega a la Catedral a las 06:30, justo a la hora que abren las puertas de la iglesia. Viene desde la cooperativa Balerio Estacio. Luego de ello se va a su trabajo, en uno de los restaurantes que quedan en Malecón y Sucre.
Tanto la Catedral de Guayaquil como la San Agustín y el Santuario de la Señora de la Alborada lucen llenos de feligreses desde las primeras horas de la mañana. “Tenemos necesidad espiritual, para tener fuerzas y sabiduría, para enfrentar la vida”, dice Quimí.
En los sermones se habla de la hipocresía y de que “no es que jugamos carnaval y ahora toca ponerse la ceniza”, aclara el sacerdote Ernesto Herrera, quien da la misa en la Catedral.
Agrega: “Que cada uno reflexione la palabra de Dios y sobre todo en la resurrección”.
Manda también a pensar en la inseguridad y recomendó no dar tantas medidas sustitutivas. “Además se debe invertir en un verdadero programa de rehabilitación”, expone.
Al norte, en la misa de las 08:00, en el Santuario de la Señora de la Alborada, el vicario Donald Raymond lamenta no poder extender el sermón y llegar a aquellas personas a las que considera “turistas de la misa, porque los ve en este día de Miércoles de Ceniza, pero no es su costumbre asistir frecuentemente a la iglesia”.
En una entrevista con este medio de información explica que con un cambio de corazón “la persona encuentra su dignidad, la vida y el entorno va a tener nuevo sentido”.
Insta a reflexionar para encontrar los puntos que se deben cambiar y “para ello hay que ser sinceros con uno mismo. Y el cambio es continuo,
pero se viene a la misa de Miércoles de Ceniza y luego no se regresa frecuentemente, esa es la pena. Y todos los días hay una lucha para seleccionar a Dios o al Dios equivocado”.
A diferencia de las otras dos iglesias, donde el cura es quien pone la cruz en la frente, en la
Señora de la Alborada hay dos mujeres que ayudan a colocar la ceniza al padre. Una de ellas es Doris Peralta. Desde hace cinco años colabora dando la hostia y sirve a la Iglesia católica desde hace 26 años.
“El papa Juan Pablo II autorizó que las mujeres pueden ayudar. Para esto se pasa por una preparación cada año. Es el sacerdote de cada parroquia quien las selecciona; se analiza su piedad, su devoción, asistencia a las misas y la lealtad a la Iglesia”, explica.
Con el Miércoles de Ceniza la Iglesia católica entra oficialmente en la Cuaresma.
LA CIFRA
70.000
HOSTIAS en promedio entregó solo la librería de la Arquidiócesis,
en 15 días de febrero.
VOCES
DONALD RAYMOND vicario de la Señora de la
Alborada
Es un tiempo de cambio del corazón del hombre. En cuaresma hay que dar la vuelta y dejar el camino equivocado. Es un retorno a Dios y ser mejor persona.
SARA ALBÁN
feligresa
El primer alfabeto que aprendemos es el Alfa y el Omega, así se aprende de la creación. Así se puede explicar la existencia de Dios y aceptar que somos creación.
ERNESTO HERRERA sacerdote de la Catedral de Guayaquil
Que no se diga ya jugamos carnaval, ahora toca ponerse la ceniza. Preparamos misa y confesión cada hora, es inicio de la cuaresma, un tiempo de reflexión.