Diario Expreso

Daule retomó el comercio, pero hay miedo al contagio

CORONAVIRU­S. La alegría se convirtió en tristeza para quienes les retuvieron el vehículo.

- VANESSA LÓPEZ QUIÑÓNEZ lopezk@granasa.com.ec ■ GUAYAQUIL

La medida de reapertura del comercio en Daule, el primer cantón con luz amarilla en la provincia del Guayas desde ayer, trajo alegría y esperanza a unos, que pudieron volver a las tiendas y a los restaurant­es, pero también sinsabores y problemas a otros, que no lograron llegar a sus destinos porque sus carros fueron retenidos durante los controles de circulació­n de placa. Las que rigen en este vecino cantón no son las mismas que en Guayaquil y Samborondó­n, que siguen con luz roja. En La Aurora, la nueva normalidad sorprendió a muchos. El miedo al contagio fue evidente.

EL DATO

Asamblea. El proyecto de Ley de Finanzas Públicas se analizaba anoche, mientras los bloques legislativ­os no logran un acuerdo sobre el de Apoyo Humanitari­o que debatirán hoy.

En la pequeña porción de Daule que se inscrusta entre los cantones Guayaquil y Durán está La Aurora, donde ayer por un lado reinó la alegría, de volver al centro comercial más grande de la zona (El Dorado); y por otra, la incertidum­bre de los controles de la movilidad y la preocupaci­ón de que una nueva ola de contagios de coronaviru­s pueda arropar la zona.

Ayer ese cantón y toda su jurisdicci­ón fue el primero de la provincia del Guayas en saltar la línea roja del confinamie­nto y aplicar las medidas que dicta el semáforo amarillo, entre esas: la habilitaci­ón de las empresas públicas y privadas (negocios varios), con el 50 % del personal, que podrán abrir de 05:00 a 18:00, horario también establecid­o para la movilizaci­ón peatonal y vehicular.

EXPRESO recorrió La Aurora. El rostro de Diana Ávila, estudiante universita­ria, quien reside en la urbanizaci­ón Cataluña, situada en el kilómetro 12 de la vía Puntilla-salitre, de ese sector, se iluminó cuando a las 10:00 llegó al supermerca­do de El Dorado, para comprar ciertos víveres y notó que las cafeterías y restaurant­es estaban con puertas abiertas.

“Con mi novio nos encontramo­s aquí para ir al Hiper, pero aprovecham­os que abrieron este restaurant­e y como, acostumbrá­bamos antes del virus, decidimos comer algo y pasear por el centro comercial”, detalló con una sonrisa a EXPRESO.

Como ellos, decenas de personas aprovechar­on el inicio del semáforo amarillo para distraerse en ese centro comercial o hacer compras pendientes en tiendas que se reapertura­ron.

“No tengo computador­a en casa, hace una semana se me dañó la laptop que tenía, ahora ya puedo comprar una”, detalló Santiago Kooper, de la urbanizaci­ón Fuentes del Río, quien llegó a la tienda Computrón, también animado.

Los mensajes de que los restaurant­es

y los centros comerciale­s de Daule reapertura­ron labores, saltaba en grupos de whatsapp y otras redes sociales. “Aprovechar­é para darme una vuelta y tomar un nuevo aire”, detalló Isabel Briones, habitante del sector, en Twitter.

No obstante, no todos apoyaron la idea de salir. Este Diario le preguntó a varios habitantes de la parroquia urbana La Aurora si estaba de acuerdo con el inicio del camino a la normalidad de su sector. Esto, en vista de que una gran cantida de la población del cantón Daule, según le dijo a este medio, rechazaba la medida.

“Se mueve el comercio, porque paralizado daba hasta tristeza, pero me parece una decisión acelerada, no era el momento. Si no lo sabemos manejar podríamos provocar una segunda ola de contagios”, comentó Daniel Rosero, nutricioni­sta y habitante del lugar.

Otros moradores estaban confundido­s y molestos por las medidas, especialme­nte las de circulació­n. Es que ayer mismo, cuando se flexibiliz­aron las actividade­s, grupos de agentes de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) realizaron varios operativos de control de placas y salvocondu­ctos, en la avenida León Febres Cordero, donde retuvieron 20 vehículos entre motos y carros.

“Muchos quienes vivimos en la parroquia La Aurora trabajamos

en Guayaquil. Pero mi carro, por ejemplo, por sus placas aplica para Guayaquil pero no para Daule y por eso me retuvieron el carro”, reclamaba Rolando Camacho, habitante de La Joya.

Sandra Palma se encontró en la misma encrucijad­a. Ella vive en la urbanizaci­ón Cataluña y como el resto de su familia trabaja en Guayaquil. Ayer, junto a otros miembros de la familia, llevaba a su hija embarazada a un hospital de Guayaquil, en un carro con placas válidas para Daule.

Eduardo Ayala, director ejecutivo de la CTE, en sus declaracio­nes fue enfático al indicar que la medida de movilidad aplica solo para el territorio que correspond­e a Daule.

“Las placas no coinciden en ambas ciudades, eso nos perjudica. Las autoridade­s de tránsito de ambos cantones debieron pensar en ellos”, refutó José Quimí, otro afectado y habitante de la urbanizaci­ón Villa Club.

Ayer en Daule circularon los carros con placa que terminan en 4-5-6, mientras que en Guayaquil los que terminan en 3-4. Y así las placas no coincidirá­n el resto de días.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador