Guayaquil prohíbe más industrias, bares y hostales en vía a la costa
Una ordenanza fija el uso de suelo para los próximos 50 años. Las canteras y camaroneras que están en la zona se quedan.
En los próximos 50 años, en el sector de vía a la costa en Guayaquil, queda prohibido que operen nuevas industrias, se instalen patios de contenedores y que funcionen asimismo discotecas y bares, además de pensiones, hostales, casas de citas. Así lo determinó la nueva reforma a la ordenanza de uso de suelo en el sector, aprobada la noche del pasado lunes por el Concejo Municipal de Guayaquil
Si bien los detalles de estas normas se darán a conocer en los próximos días, a través de la gaceta municipal, el concejal Jorge Rodríguez explicó a EXPRESO algunos de los puntos que establecen también que las canteras existentes continúen operando solo si cumplen con las licencias ambientales establecidas.
De las 38 que habían y fueron clausuradas por no contar con la documentación requerida, explica, 8 están inactivas y del resto (actualmente ninguna operando) apenas 5 lograron operar por acciones judiciales. Sin embargo, adelanta, eso no quiere decir que todas luego funcionarán. “Del total solo 10 o 12, exagerando, tienen factibilidad para hacerlo. ¿Qué quiere decir esto? Que una vez que obtengan su licenciamiento, solo ese número operará. No más. Y siempre que no afecten a la población”.
Sobre las industrias existentes, como las empacadoras de mariscos que, como lo publicó en varias ocasiones este Diario, generaban malos olores y molestias a los residentes, estas continuarán operando. No se las puede sacar del área puesto que funcionaban desde antes que el sector empiece a desarrollarse. Ahora lo que se harán son controles más rigurosos.
“Ahora tenemos ya una normativa que establece el rango y la hora de producción, ya no es solo un trabajo de Justicia y Vigilancia, sino que ya tenemos una norma más precisa que nos permite medir el impacto a la población y ambiental, que es el eje central de la ordenanza”.
Esta, que entrará en vigencia apenas sea publicada la gaceta municipal, permitirá la construcción de nuevos planes habitacionales y plazas comerciales, siempre que sean socializados y aprobados por los vecinos del sector. Una decisión que para residentes, como Valentina Izurieta, de la ciudadela Puerto Azul, resulta oportuna.
“Por años hemos sentido que no nos han tomado en cuenta y nos hemos visto afectado de varias maneras, sobre todo con las canteras. Si ahora lo hacen podremos, al fin, lograr vivir en una convivencia real...”.
Sin embargo, agregó, todavía le preocupa el hecho de que, al estar permitidas las nuevas construcciones, el tráfico siga siendo el principal dolor de cabeza de los residentes. Izurieta se centra en Chongón, donde se edifica el plan habitacional ‘Bella Vita 2’ para más de 5.000 familias, y que antes de que iniciara la crisis sanitaria a causa del coronavirus, generó una serie de quejas entre los residentes. “Y es que la vía a Chongón es tan angosta, que no quiero ni imaginarme el embotellamiento que se forma desde la arteria principal”, piensa Andrea Monserrate, de la ciudadela Los Ángeles.
Al respecto Rodríguez argumenta que en Chongón, donde adviertese podrán levantar planes habitacionales similares a futuro, se ampliará la vía; y a las empresas constructoras privadas a cargo de esas obras, “se les exigirá que presenten además proyectos comunales a beneficio del sector y del entorno”.
Sobre las nuevas plazas comerciales, aseguró que todas deberán contar con un espacio de parqueo mayor al previsto, según el tamaño de la obra, y que asimismo deberán contar con entradas y salidas distintas. “No vamos a permitir que se formen más cuellos de botella, para eso los estudios de impacto de tránsito y de flujo deberán ser analizados y aprobados minuciosamente antes”.
Sobre la aprobación de esta norma Guillermo Ayala, presidente de la Asociación de Urbanizaciones de vía a la costa, se limita a decir a que espera que todos los puntos acordados se cumplan. “Una cosa es hablar y otra hacer cumplir. Nosotros entendemos que las canteras y las industrias no pueden salir de aquí y no nos oponemos a que lo hagan si hay control, algo que antes nunca hubo. Si lo hay y toman en cuenta nuestras aprobaciones y posturas, bienvenido sea”. Pero si no, sentencia, los residentes reclamarán y alzarán la voz, como lo hicieron en los últimos dos años.
En relación a los controles que se hagan sobre todo en las industrias que se mantendrán vigentes, el urbanista Luis Alfonso Saltos considera que es necesario que lo hagan acompañados de uno de los líderes comunitarios del sector. “Son los vecinos quienes deben participar también en estos operativos para verificar que se están haciendo bien las cosas”, dice; al precisar que, si bien esta medida apunta a que las molestias
se reduzcan, lo más oportuno para ello era que las empresas que más contaminación generaban salgan del entorno.
Para él, de igual manera y frente a lo experimentado durante la pandemia, el Municipio antes de regular esta ordenanza debió apostarle al cambio estructural de la ciudad, priorizando la movilidad. “Esta era una oportunidad histórica de adoptar nuevos conceptos. En vía a la costa se pueden hacer maravillas”. Y no necesariamente incrementando la capacidad de parqueos en las plazas, sino mejorando las ciclovías, haciendo más ancha la arteria y mejorando el servicio público de transportación”.
Saltos además se refiere a la proyección prevista para Chongón, donde -asegura- ampliar la vía será de ayuda temporal. A su juicio, lo ideal radica en que allí se levante toda una ciudad . “Con negocios, escuelas, hospitales, mercados que eviten que los residentes deban salir hacia Guayaquil y congestionen entonces la arteria principal de vía a la costa...”.
Confío en que se cumpla todo. Que nos escuchen y el control permanente resulta urgente.
GUILLERMO AYALA, Asociación de Urbanizaciones de vía a la costa
Hubiese preferido que las canteras se vayan por completo. Ojalá y los ruidos cesen y el polvo no vuelva.
CARMEN AGUILAR residente de Belo Horizonte
No debieron aún aprobar la reforma. Aún con cambios, se están repitiendo errores de La Puntilla.
LUIS ALFONSO SALTOS urbanista