No será experto pero es un riesgo
Rommel Salazar con la sonrisa de oreja a oreja, abrazado de Rafael Correa y componiendo para las cámaras la V de la victoria; Rommel Salazar posando junto a María Duarte; Rommel Salazar posando junto a Viviana Bonilla con los colores de Guayaquil a sus espaldas, haciendo campaña con el financiamiento de los contratistas del Estado; Rommel Salazar, con el pulgar en alto, abrazando a la exvicepresidenta María Alejandra Vicuña en medio de un coliseo lleno de correístas… Salpicada por un escándalo de corrupción en la compra de 7 mil cajas de alimentos, Alexandra Ocles abandona la Secretaría de Riesgos y el presidente Lenín Moreno no tiene mejor idea que designar, para sustituirla, a un funcionario que colecciona fotos en las que aparece junto a sentenciados por delitos de corrupción. Es brillante el presidente.
Aparte de su lista de amistades, lo más destacado del currículum del nuevo ministro es su historial de tuits: “Rafael, te amamos y por ti la vida damos”, escribió en una ocasión con irrefrenable vena lírica. Y también: “Empuñaremos las armas para defender la Revolución Ciudadana”.
Está claro que Salazar es el especialista en gestión de riesgos que el momento exige. Radio Sonorama le preguntó, horas después del nombramiento, cuál era su experiencia. “Tenemos la experiencia científica y empírica de hacer mi trabajo en el territorio, organizativo, mancomunado con la gente, y esa es la confianza en la cual el presidente me la ha dado ahora a mí”, respondió con envidiable elocuencia y articulación verbal. En cuanto a cómo enfrentar la pandemia, el nuevo ministro la tiene clara: esta es “una crisis sanitaria mundial que junto a las propuestas dentro y fuera sabremos escuchar y poder colaborar y sumar para salir de esta crisis”.
Escuchar, colaborar, sumar. Este señor es, “junto a las propuestas dentro y fuera”, exactamente lo que el país necesitaba desde el día uno. ¿Cómo no se le ocurrió al presidente nombrarlo antes?