El secretario Anticorrupción lo admite: no hace nada
La fiscal Diana Salazar dio a entender, en una carta dirigida la semana pasada al presidente de la República, que la Secretaría Anticorrupción debía ser eliminada. La noche del lunes, el titular de ese organismo, José De La Gasca, compareció ante la Comisión de Soberanía de la Asamblea para rendir explicaciones y logró convencer a todo el mundo de que la fiscal está en lo cierto.
La Gasca se precia de que su despacho tiene una misión específica que lo diferencia de la Fiscalía: prevenir la corrupción. Pero se enorgullece (sí, se enorgullece) de no haber ejecutado, en lo que va del año, un solo dólar del presupuesto asignado con ese propósito. ¿En qué sí ha gastado? Lo dice él mismo: en sueldos, empezando por el suyo propio, de 4.463, siguiendo con el de su subsecretario (4.283), los de sus tres directores y demás, por un total de 615 mil anuales.
Así que prevenir, lo que se dice prevenir, la Secretaría Anticorrupción no previno nada. La Gasca lo admite sin que se le mueva un músculo de la cara. No se anticipó, dice, “estas trafasias y atracos con sobreprecios en los hospitales”. Trafasias y atracos anunciados en un sistema de reparto que no era un secreto para nadie.
Entonces, ¿qué ha hecho? Impulsar una ley de extinción de dominio, dice, pero esa ley no es suya, es de Fabricio Villamar.
Dos paquetes de reformas al Código Penal y a la Lotaip, que tampoco le pertenecen. ¿Qué más? ¡Recuperar los dineros perdidos por la corrupción! Insiste mucho en este punto, que lo llena de orgullo. ¿Cuánto ha recuperado? Bueno, en primer lugar están los 50 millones de sentencias ya ejecutoriadas, para los cuales, dice, “Hemos estado haciendo las gestiones, lamentablemente con la pandemia del COVID estos procesos se han visto demorados”. Luego están los 136 millones de sentencias no ejecutoriadas. “Estamos a la expectativa para ver que las sentencias lleguen”. En resumen: nada.
Luego va y dice, en una carta dirigida al presidente: la fiscal Salazar “obstaculiza mis labores”. O sea: obstaculiza la nada. En un boletín que puso a circular esta semana, La Gasca resume concretamente lo que sí ha hecho. Todo cabe en un párrafo: recomendaciones para el sistema de compras públicas, para que no se repitan, dice, los hechos que debió prever; aplicación de cierta norma ISO antisobornos; creación de cuatro unidades “de integridad y anticorrupción” que operan en hospitales donde ya se produjeron “atracos y trafasias”. Para eso se necesitan 21 personas y 615 mil dólares anuales.