El maquillaje de la nueva normalidad
El COVID-19 mantendrá alejado al hincha de los estadios de fútbol hasta que sea seguro. La localía dejará de tener su peso
Con la ausencia de los hinchas en las gradas en este nuevo reinicio en el fútbol, se ventilan consecuencias no tan favorables para los jugadores locales o quienes se alimentan de su folclore.
El público ayuda mucho a la motivación y le mete presión al rival. Va a influir su ausencia en las gradas, no va a ser lo mismo.
MARCELO FLEITAS exdt y jugador de Emelec
Se imaginan los hinchas de Barcelona alguno de los 50 ante Emelec con un escenario vacío. O los eléctricos creen que habría sido la misma sensación ganarle un título 3-0 a los amarillos sin su estadio desbordado. Y los de Liga, creen que los albos hubieran sido capaces de ganarle a Fluminense 4-2 en la final de ida con las gradas en blanco. Pues esa es la nueva realidad que atraviesa el fútbol mundial y en Alemania se ven las consecuencias.
Expertos del deporte identifican las distintas emociones que afloran cuando un futbolista entra a una cancha en la que corean su nombre, hay pancartas respaldándolo y por qué no hasta cuando hay insultos en contra. Todo esto envuelve al futbolista en un entorno, cuando es local, muy positivo y cuando es visitante, nada agradable.
Por lo que ahora, en esta nueva normalidad que nos enseña este deporte sin aficionados presentes, la localía no representa ese estímulo que antes era determinante.
De los 18 cotejos que nos ha regalado la Bundesliga, desde que reactivó su torneo el 16 de mayo, solo tres locales han podido ganar: Borussia Dortmund 40 al Schalke 04; Hertha Berlín 40 Unión Berlín y Bayern Múnich 5-2 Frankfurt.
Marcelo Fleitas vivió como jugador de Emelec, Barcelona, Deportivo Cuenca y Olmedo el respaldo de la gente, pero para él es inolvidable lo que incidió el público en el partido Emelec vs. Flamengo de Copa Libertadores en 2012.
“El estadio estaba a reventar. Había un gran ambiente, enorme. Aunque empezamos abajo en el marcador la gente nos fue levantando y los goles también nos motivaron más”, contó.
Para Fleitas, el hincha “influye mucho en estadios como los de Emelec o el mismo Barcelona. Más pasa por la parte emocional de motivación al jugador, no es lo mismo jugar con público siendo local con estadio lleno que con estadio vacío, es totalmente diferente en lo emocional”, agrega.
Al igual que Fleitas piensa Jorge Valdano, campeón del mundo en México 86, quien recordó ese sentimiento de entrar al campo de juego en su época de oro en el Real Madrid.
“Al entrar sentías una excitación que te hacía creer que eras superior. Te sentías inmune al
cansancio y a la frustración. Se trató de una época muy especial, yo nunca viví algo así y no lo volví a vivir. Sin la gente aquello no hubiera sido posible. La afición generaba una fuerza inspiradora en nosotros muy grande e intimidatoria en el contrario”, dijo sobre el tema.
Por último, Valdano reconoce que “no hay un futbolista que no tenga una cuota de vanidad artística. Con las gradas vacías es difícil comprometerse ante un espectador remoto”.
Otro histórico del fútbol y campeón del mundo, Franz Beckenbauer, habló de que es el momento de los futbolistas tímidos. “Ha llegado la hora de los campeones del mundo de los entrenamientos. De pronto, veremos a jugadores que hasta ahora nunca habían existido”.
Lejos de estas ideas está la postura de uno de los mejores técnicos en la actualidad Jürgen Klopp. “Todos comenzamos a jugar al fútbol sin público, en los juveniles, y aprendimos a amar el juego no solo por el ambiente en los estadios. Tenemos que acostumbrarnos a los estadios vacíos. Sabemos que será así durante unos meses. Que sean pocos. Aun así, no significa que el fútbol no sea un juego maravilloso”, dijo a la BBC.
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CLUBES han logrado ganar como locales en la vuelta a la Bundesliga, los otros 15 que fueron anfitriones no lo lograron.
EL DETALLE Maquillan el vacío del fanático
Por inverosímil que parezca, en la Bundesliga la dirigencia del Koln para el partido de local contra el Fortuna Dusseldorf colocaron camisetas acomodadas en las sillas de las gradas y uno que otro maniquí como el Storm Trooper del tradicional filme ‘Star Wars’. A pesar de este estímulo que pretendía el club, el Koln igualó 2-2.