Reyes y Sonnenholzner, entre la política y la literatura
Cristina Reyes y Ramón Sonnenholzner hablan sobre la escritura, el amor, el erotismo y la creación en medio del ojo público
Estado, ayuda social y literatura. Para Cristina Reyes y Ramón Sonnenholzner, la vida transcurre en tres escenarios.
Ella, asambleísta por el Partido Social Cristiano, directora de la fundación Destino y Libertad y autora de tres poemarios, se ampara en la lectura y la escritura para desfogar sus impresiones sobre el amor, la patria y la identidad. Él, radiocomunicador, empresario y gestor cultural, encuentra en la poesía un espacio para la reflexión sobre la identidad.
“Soy una poeta itinerante”, explica Reyes. Sus versos y sus obras, la última que fue publicada en 2018, responden a su mundo más íntimo y no representan para ella un apuro. “No tengo una carrera literaria como tal, no diría eso. Soy una poeta que aparece y desaparece. Me toma tiempo escribir, y no procuro buscarme espacios para publicar. Probablemente pasen años antes de mi próximo libro”, subraya. Aun así, en los últimos meses ha escrito algunos textos y se ha sumergido en las novelas de Margaret Atwood y Michel Houellebecq.
Sonnenholzner, en cambio, produce a diario, y en los últimos meses se ha adaptado a lo digital para dar nueva vida a sus versos.
“He pasado esta época entre libros. Recientemente lancé el programa ‘Entre mis libros y yo’, y próximamente saldrá ‘Entre cuentos y entre cuentos’, enfocado en los microcuentos, que he ido creado y que hasta ahora permanecían inéditos”, comenta.
Prefiere no hablar de política, aunque su hijo recientemente dejó la vicepresidencia y se perfila para candidato para los comicios de 2021. Al respecto solo señala que hace “filosofía política con una intención: que lleguemos, como sociedad, al punto en que valoremos las ideas de otros sin descalificarlas. Acepto las críticas, y creo que es la receta para salir ileso del juego de la política”.
En cambio, no tiene problemas en hablar sobre el amor y el erotismo, parte fundamental de su obra. Agrega que estos versos surgen de la mujer, pero sin enfocarse exclusivamente en su belleza.
La obras que ahondan en la sensualidad abarca todos los aspectos del idioma, hasta los más costumbristas, como sucede con estos versos que constan entre sus creaciones más recientes: “Soy el poeta de la hamaca/ que sobrevuela las riberas del río Daule/ buscando tabaco y una montuvia/ para tallar sobre ella/ mis sueños./ Soy el poeta del río
Daule/ que desde una hamaca confirma que el amor en el monte/ se hace con amorfino y con el propio garabato/ para que la dama / se amanse”.
Reyes también escribe sobre amor, pero comenta entre risas, que ha perdido el idealismo que tenían sus primeros versos. “Hace poco releí mis primeros poemas, y redescubrí a esa niña, ingenua, que le faltaba mundo y heridas. Me sorprende lo mucho que sufría, sin haber experimentado el amor o el sexo. Pero sí creo que conservo ciertos rasgos de esa chica romántica”.
Entre los textos escritos que abordan esta temática está el emotivo ‘Ballotage’, que arranca con los siguientes versos: “Si tú me eligieras. / Si yo te eligiera /¿Cómo sería mi vida a tu lado? /Dos mundos. /Dos tentaciones ¿Cómo fusionarían su legado? /¿Cómo me amarías desnuda, con alma rota a cuestas?/ ¿Y yo cómo besaría tus manos?
Aun así, reitera que su futuro próximo no está en la literatura, sino en la política, a la que define como una carrera de resistencia.
Sonnenholzner, en cambio, no se halla lejos de la escritura y de la gestión. Este último aspecto se ha vuelto una preocupación, pues no sabe si su centro cultural, La Garza Roja, sobreviva hasta fin de año. “Es una situación que me entristece, pero como soy montuvio, soy fiel creyente en que hay que esperar ‘la palizada’. Es decir, esperar a que baje la inundación a ver qué nos queda”, añade.
La poesía erótica es un significante de lo sensual. Ahondo en lo que son las mujeres para mí. Es una reflexión que nació a raíz de la muerte de mi madre y del nacimiento de mi primera
nieta.
RAMÓN SONNENHOLZNER
Escritor y gestor