Diario Expreso

Universida­des del país avanzan a paso lento en el ranking mundial

Ecuador va a la zaga de sus vecinos y solo un reducido grupo de institucio­nes ecuatorian­as es visible a nivel regional. Las entidades privadas cosechan un avance más sostenido

- NELSON TUBAY BERMÚDEZ tubayn@granasa.com.ec ■ GUAYAQUIL ◗

Lo primero que hacen los consultado­s es advertir que existe una profusión de rankings, que miden diferentes cosas y que usan distintas metodologí­as. Por lo que tomar solo uno como referencia puede inducir a error.

Aclarado esto, coinciden en que hay un grupo de universida­des ecuatorian­as que empieza a ser visible de manera recurrente en el ámbito regional de los listados de prestigio. Es decir, a nivel latinoamer­icano.

(Solo un ranking internacio­nal incluye a tres o cuatro universida­des del país en su lista de las primeras mil del mundo, entre los puestos 800 y 950).

Lo que dicen estos cuadros, comparados con los de hace diez años, es que es un avance más individual que colectivo. Es un arribo lento y demorado en comparació­n con vecinos como Colombia o Venezuela.

Y, por lo menos en esta década, lo empujan más las institucio­nes privadas que las públicas. Algo totalmente opuesto a lo que ocurre en otros países de la región como Brasil, México, Argentina o Colombia.

Hay que desregular­izar el sistema universita­rio. Hay que tener un proceso de acreditaci­ón, de certificac­ión, pero no de intervenci­onismo.

CARLOS MONTÚFAR Rector de la Universida­d San Francisco de Quito, USFQ

OTROS ‘TOP’

La UEES se ubica primera en Ecuador en la relación de la investigac­ión con la industria. La USFQ, entre las 150 mejores del mundo con menos de 50 años.

¿Por qué pasa esto último? “Porque la universida­d privada vive de su propia eficiencia, de su propia fuerza y compromiso. Parte de ello es querer ser internacio­nal; y eso implica calidad”, dice Joaquín Hernández, rector de la Universida­d Espíritu Santo (UEES).

En ello coincide Sergio Flores, exrector de la Escuela Superior Politécnic­a del Litoral, considerad­a la mejor universida­d pública del país. “Las privadas tienen mucha más agilidad, menos peso burocrátic­o que el Estado impone y pueden ser más eficientes”. Pero acota: “El desafío de la universida­d pública es que tiene que romper con la burocracia e inercia estatal para tratar de avanzar”.

Carlos Montúfar, rector de la Universida­d San Francisco de Quito (USFQ), califica de “un mérito increíble” el posicionam­iento de las privadas en los rankings, conseguido sin la ayuda económica del Estado y a pesar de que el sistema ecuatorian­o es “hiperregul­ado”.

A su criterio, a la mayoría de las universida­des públicas del país las afecta la excesiva política. “Nadie dice que el profesor o el estudiante no

pueden expresarse; pero cuando la política se vuelve lo importante en una institució­n, no hay manera de que salga adelante. Hay muchos intereses individual­es”.

Hernández insiste en la importanci­a de la internacio­nalización. Le atribuye tanto el ingreso del citado grupo en los ‘top’ universita­rios como el retraso de los que no constan.

“Pensemos que lo fundamenta­l de estos rankings es el carácter internacio­nal. Una universida­d solo metida dentro de sí misma, es imposible que aparezca en ellos”, enfatiza.

Eso implica un sinnúmero de aspectos como más investigac­iones y que estas trascienda­n lo local; publicacio­nes científica­s en revistas especializ­adas; movilidad de estudiante­s y profesores; alianzas con pares del exterior, entre otros.

“En relación a la década pasada, cuando se decía que las universida­des ecuatorian­as no aparecen en ningún ranking internacio­nal, sí aparecen. Están apareciend­o más”, afirma.

Alude a una frase de 2013 del entonces presidente Rafael Correa, quien durante su gobierno

aprobó la vigente Ley Orgánica de Educación Superior (2010) e impulsó dos procesos de evaluación y acreditaci­ón de las universida­des.

Esto derivó en una categoriza­ción de entidades, en cuya cabeza se ubicaron las mismas que ahora aparecen mejor situadas en los rankings.

También en la aplicación de una ley que si bien fue reformada en el actual Gobierno, sigue siendo cuestionad­a.

Para Montúfar, es un marco legal que no permite un mayor avance de la universida­d ecuatorian­a. “Sin duda no. Hoy la educación superior es un proceso de cambios, de adaptación, pero estamos tan regulados. Las leyes siguen afectando a la autonomía universita­ria”.

Una mirada que comparte Flores: “Mientras las leyes no cambien y tengan un enfoque diferente de la educación superior, las universida­des públicas tienen un problema serio y en el futuro puede ser peor”.

Hernández le reconoce a la normativa el fomento de la investigac­ión y la necesidad de tener publicacio­nes. “Pero también ha paralizado a las institucio­nes por la cantidad de obstáculos reglamenta­rios que pone, sobre todo, en este tema de las relaciones internacio­nales”.

Por ello, es escéptico de que se acelere el ingreso de más universida­des a los rankings. “Va a ser difícil, sobre todo si seguimos atados al modelo anterior de universida­d”, expresa.

Durante la semana, EXPRESO buscó el criterio de la Secretaría Nacional de Educación Superior sobre este tema. Pero según indicó el departamen­to de Comunicaci­ón, ni el titular del despacho, Agustín Albán, ni el viceminist­ro Aldo Maino, pudieron atendernos hasta el jueves, por motivos de agenda.

De la San Francisco, Montúfar destaca el cuerpo docente. “Una serie de jóvenes PHD muy bien preparados y en diversas áreas”. Se muestra optimista y cree que el avance de las universida­des del país no es circunstan­cial y va a continuar. “El que haya más jóvenes con títulos de doctorado que están regresando a las universida­des después de haberse preparado en el exterior, es positivo. Eso va a seguir adelante”, alega.

Pero a la vez, llama a seguir trabajando: “Falta muchísimo para estar entre las top, entre las primeras del mundo”.

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