ORDÓÑEZ, LO SUYO ES EL DELIVERY
Johana Ordóñez no imaginó que lo que fuera el negocio de comida de su madre, por más de 20 años, en Cuenca, le iba a dar ingresos económicos. La declaración de la crisis sanitaria por la pandemia hizo que el restaurante cerrara sus puertas hasta que hace poco más de un mes, con la declaratoria del semáforo en amarillo, surgiera la idea de “revivir” el restaurante con las entregas a domicilio, algo para lo que ella es rápida como en la marcha.
Encebollados, sancochos, arroz con camarón y tamales son algunos de los platillos que la atleta ayuda a vender en redes sociales y a repartir puerta a puerta junto a su hermano los viernes y sábado, algo por lo que ella percibe un ingreso adicional que no le viene mal, más aún cuando el incentivo de 5 remuneraciones básicas que percibe en la categoría Alto Rendimiento del PAR le fue acreditado solo hasta mayo.
“Entiendo la situación que vive el país, así que preferí buscar alternativas y mantenerme concentrada en lo mío: el deporte”, dice Johana.
Y es que para ella la pandemia deja grandes enseñanzas. “Nada está planificado. Los deportistas prevemos todo, entrenamientos, viajes, marcas, actividades, pero esto no lo esperábamos. En la vida tenemos también que adaptarnos a los cambios; quienes vivimos del deporte debemos avanzar, por cualquier camino, pero avanzar”, acotó.
Ordóñez no se ve en un futuro poniéndole la competencia a su madre. De pequeña ayudaba a picar y a comprar los alimentos, pero hasta ahí. “Lo mío es la marcha”, remata soltando una carcajada.
MARCHA 32 años, especialista en 20 y 50 kilómetros. De la última distancia es recordista sudamericana y panamericana.