La primera misión tripulada vuelve a casa
Es la primera misión tripulada de EE. UU. desde el 2011
La cápsula Dragon Endeavour, con los astronautas Behnken y Hurley, cayó ayer en aguas del Golfo. Fue la primera nave espacial tripulada de Estados Unidos en viajar a la Estación Espacial Internacional (ISS) desde el fin de la era de los transbordadores, hace una década. Regresó exitosamente a la Tierra.
La cápsula Dragon Endeavour de Spacex, con los astronautas de la NASA Robert Behnken y Douglas Hurley a bordo, cayó ayer de manera controlada a las aguas del Golfo de México al cabo de un viaje de 19 horas desde la Estación Espacial Internacional (EEI).
Tal como estaba previsto y sin problema alguno, la cápsula se posó sobre la superficie del mar con ayuda de paracaídas a las 14:48 en un punto del golfo de México cercano a Pensacola, en la costa noroeste de Florida.
El barco Navigator de Spacex se posicionó a solo tres millas náuticas del lugar para encargarse de recuperar la nave. Se trató del final de la histórica misión Demo-2, que se inició el 30 de mayo en Cabo Cañaveral (Florida) y con la que se certificará la capacidad de Spacex, la compañía de Elon Musk, para realizar viajes espaciales comerciales.
El viaje de Behnken y Hurley fue el primero desde suelo estadounidense y en una nave comercial hasta la EEI desde que en 2011 concluyó el programa de transbordadores de la NASA. Una misión exitosa demuestra que EE. UU. una vez más tiene capacidad de enviar a sus astronautas al espacio y traerlos de regreso, ya que desde el último vuelo de un transbordador espacial en 2011 había tenido que apelar a la colaboración de Rusia para ese propósito y pagar unos 80 millones de dólares por asiento ocupado en sus Soyuz.
Al cierre de la operación de la agencia espacial estadounidense en sociedad con la compañía del excéntrico empresario Elon Musk, se le sumó también el riesgo del paso de la tormenta tropical Isaías por la península de Florida, luego de que esta hiciera descartar el lugar de amerizaje original de la nave.
EL DETALLE
Spacex y Boeing. EE. UU. ha pagado unos 7.000 millones de dólares por sus contratos para el servicio de taxi espacial.