¡Ojalá Dios salve al Ecuador de malos gobernantes!
Ecuador atraviesa crisis económica, en salud, social y política. Tenemos una corrupción sistémica galopante, improvisación en toma de decisiones, ineptitud deplorable y cuestionable. Luego de más de 13 años de gobernar Alianza PAIS quienes ostentan el poder ya se deberían haber consolidado en el manejo eficiente de la cosa pública; todo lo contrario, se han afianzado en la corrupción. El sistema de Salud ha colapsado, la destrucción del IESS ha sido superada por el latrocinio y avaricia en el manejo de la pandemia por COVID-19 en compra de insumos y equipos médicos, medicamentos, kits de alimentos y construcción de hospitales. Más del 60% de la población vive en pobreza. Hay incremento del narcotráfico, de la criminalidad de todo tipo, mendicidad propagada por todas las ciudades grandes del país por falta de oportunidades de trabajo. Los gobiernos jamás tomaron medidas para disminuir la pobreza y el rezago social. Para agravar la condición: degradación ética y moral de quienes conforman la Asamblea; se dice que al menos 50 % de sus integrantes están vinculados en diversas formas de corrupción, lo cual atenta contra el proceso democrático que se aproxima. Por ello, no darle más oportunidad a los ineptos, cínicos, corruptos y sin visión de país. La última palabra la tendrán los electores en febrero 2021 para impedir que la indecencia vuelva a sitiar la Asamblea y que quien nos gobierne sea digno de lucir la banda de presidente de los ecuatorianos.