Tres horas de un acoplamiento récord
Es el primer vuelo tripulado de la historia en llegar a la EEI en poco más de 3 horas, tras dos vueltas a la Tierra ❚ Misión récord
Rusia desafía los tiempos de las misiones al espacio y consigue acoplar en la Estación Internacional la nave tripulada Soyuz MS-17 en poco más de tres horas, tras dar dos vueltas a la Tierra. Los tres astronautas rusos permanecerán seis meses en la instalación y sustituirán a los tres que regresarán el 22 de octubre.
La nave espacial rusa Soyuz MS-17, con tres tripulantes a bordo, se acopló ayer, a la Estación Espacial Internacional (EEI) poco más de tres horas después de haber sido lanzada al espacio desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán).
La nave hizo contacto con el segmento ruso de la EEI a las 08.48 GMT cuando volaba sobre el mar Mediterráneo, cuatro minutos antes de lo previsto, según la retransmisión en directo de la maniobra.
La Soyuz MS-17, en la que viajaban los cosmonautas rusos Serguéi Rízhikov y Serguéi Kud-sverchkov, y la astronauta de la NASA, Kathleen Rubins, quien ayer cumplió 42 años, despegó a las 05.45 GMT desde Baikonur, propulsada por un cohete Soyuz-2.1a.
“No se puede escoger la fecha de lanzamiento o lo que pase en la Estación así que me siento muy afortunada”, afirmó Rubins.
Para Rubins, este será su segundo vuelo. En cuanto a Serguéi Kud-svershkov, de 42 años, este es su primer vuelo. Finalmente, Serguéi Rízhikov, piloto militar de formación, es el más experimentado de los tres: ha pasado 173 días en el espacio, por 115 de Rubins.
La astronauta y los dos cosmonautas rusos se unen a los tres ocupantes actuales de la EEI: Chris Cassidy, de la NASA, y Anatoli Ivanishín e Ivan Vagner, de la Agencia Espacial rusa Roskosmos. Estos últimos tienen previsto regresar a la
Tierra el 22 de octubre.
Este vuelo es el primero tripulado de la historia en llegar a la EEI en poco más de 3 horas tras dar dos vueltas a la Tierra.
El esquema, calculado y modelado hace tiempo, fue probado previamente en cinco cargueros espaciales Progress y la tripulación fue entrenada para gestionar sin problemas la ruta ultrarrápida.
Rízhikov, comandante del vuelo, señaló con humor que la tripulación llegará a la EEI
“más rápido” que desde la Ciudad de las Estrellas, en las afueras de Moscú, hasta el cosmódromo de Baikonur. En poco más de dos horas, tras abrir las compuertas, los tripulantes de la Soyuz MS-17, que permanecerán en el espacio seis meses, serán recibidos por los actuales inquilinos de la EEI: los cosmonautas rusos Anatoli Ivanishín e Iván Vágner, y Chris Cassidy, astronauta de la NASA.
Este trío abandonará la plataforma orbital el próximo 21 a
bordo de la Soyuz MS-16, que llegó a la EEI el pasado 9 de abril.
La nueva tripulación de la plataforma orbital continuará trabajando en cientos de experimentos biológicos, biotecnológicos, de Física y Ciencias de la Tierra. Entre las misiones que deberá cumplir figura, además, el sellado de las microfugas de aire detectadas en la estación en agosto.
La Estación Espacial Internacional, un proyecto de más de 150.000 millones de dólares en el que participan 15 naciones, actualmente está integrada por 15 módulos permanentes y orbita la Tierra a una distancia de 400 kilómetros y una velocidad de más de 27.000 kilómetros por hora.
La tripulación también presenciará la llegada prevista para el 1 de noviembre de la misión Spacex Crew-1, de la compañía de transporte aeroespacial Spacex.