La Asamblea destituye a Christian Cruz por fraude en el carné de discapacidad
El presidente del CPCCS se defendió muy mal ante el Pleno del Legislativo
El presidente del Consejo de Participación Ciudadana (CPCCS), Christian Cruz, fue arrastrado por la Asamblea. 124 legisladores votaron por su censura y destitución; 5 se abstuvieron; ni uno solo, en once horas de sesión continua, salió en su defensa. Los interpelantes, el socialcristiano Henry Kronfle y la oficialista Noralma Zambrano, demostraron sin lugar a dudas razonables su falta de probidad y su incumplimiento de funciones: por disponer de un carné del Conadis que le atribuye un inverosímil 81 por ciento de discapacidad; por haber usado supuestos documentos falsos para participar en el concurso de méritos y oposición que lo llevó al Consejo; por haberse arrogado funciones privativas del Pleno de ese organismo. Él amenazó, se victimizó, desconoció la legalidad del juicio político, proclamó su inocencia y se autodefinió como una persona con discapacidad que está siendo discriminado por esa causa. Pero evitó pronunciar la cifra del escándalo: 81 por ciento.
Cruz fue destituido por arrogación de funciones. Había elaborado dos reglamentos internos por su propia cuenta y riesgo, cosa que solo puede hacer el Pleno del Consejo, según la ley orgánica de ese organismo. Lo demás, lo del carné de discapacidad (lo dijo el presidente de la Comisión de Fiscalización, Elio Peña, durante el debate) es quizá lo más grave, pero no es causal de destitución: fue traído a colación con el fin de obtener una censura moral, no política. Y esa censura moral fue lo que más pesó.
“Soy una persona con discapacidad y estoy siendo discriminado al ser objeto de este juicio político”, se victimizó Cruz, como si las discapacidades eximieran a un funcionario de sus responsabilidades políticas. No lo hacen, y menos cuando son ficticias, como las suyas.
No, Christian Cruz no tiene, no puede tener una discapacidad auditiva y visual del 81 por ciento: con ese porcentaje estaría imposibilitado de realizar sus actividades cotidianas y necesitaría el apoyo permanente de otra persona, según las guías para la calificación de discapacidades del Ministerio de Salud que leyó el correísta Franklin Samaniego. Y Cruz no solo que no se encuentra en ese caso, sino que tiene licencia de conducir profesional: la sacó con máxima calificación luego de presentarse a rendir las pruebas respectivas sin presentar siquiera su carné de discapacidad.
Once horas duró la sesión. Los asambleístas implicados en casos de entrega ilegítima de carné de discapacidad (Fabricio Villamar, Israel Cruz, Marcia Arregui) votaron a favor de la censura y guardaron prudente silencio. Elizabeth Cabezas, cuyo marido se encuentra en el mismo caso, no asistió.