Tres obras viales fuera de la concesión tienen retrasos
Hidalgo e Hidalgo fue contratada por la Prefectura en 2019 para trabajos de rehabilitación ❚ Por la pandemia, los proyectos no han concluido en el plazo fijado
La relación contractual de la Prefectura del Guayas con la compañía Hidalgo e Hidalgo, propietaria de las firmas Conorte y Concegua, no es solo por la concesión de más de 600 kilómetros de carreteras. Con esa constructora están vigentes tres contratos para rehabilitación y asfaltado de vías secundarias en la provincia, que a la fecha registran retrasos en su ejecución.
Los contratos para esas obras, que se llevan a cabo en los cantones Nobol, El Triunfo, Naranjal y Pedro Carbo, suman $ 15’787.502,40 en cuantía. (ver infografía).
Entre los meses de octubre y noviembre del año pasado, la administración del fallecido Carlos Luis Morales suscribió con Hidalgo e Hidalgo los contratos de los tres proyectos viales, para que sean ejecutados en un plazo máximo de ocho meses. La constructora había ganado los procesos de licitación pública internacional, convocada por la Prefectura en noviembre de 2018, durante la gestión de Jimmy Jairala.
Las vías sirven a familias que se dedican a la agricultura y la ganadería y que viven de cultivos como arroz, maíz , frutales y hortalizas. Los más de 26.000 habitantes de los sectores rurales beneficiarios de esas obras siguen a la espera de la rehabilitación de los más de 40 kilómetros en caminos, que debieron estar expeditos a mediados de este año, conforme los plazos contractuales.
Los trabajos en las vías Puente Negro-vainillo (entre El Triunfo y Naranjal); Pedro Carbo-jerusalén (Pedro Carbo); y Petrillo-las Minas de Petrillo (Nobol), registran avances del 77,45 %, 44 % y 42,5 %, respectivamente.
Por cada contrato, Hidalgo e Hidalgo recibió como anticipo el equivalente al 20 % del monto acordado en dichos compromisos.
La actual administración de la Prefectura tiene justificaciones para los retrasos en las tres carreteras, cuya ejecución se financia con un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que fue canalizado localmente a través del Banco de Desarrollo del Ecuador (BDE).
Asimismo, la entidad aclara que se trata de contrataciones que son independientes del compromiso de concesión vial, que hoy enfrenta legalmente a la Prefectura con las dos empresas de propiedad de Hidalgo e Hidalgo.
“Son obras contratadas a través de una licitación y no hay ningún inconveniente, aunque estén a cargo de Hidalgo e Hidalgo. No hay ninguna afectación”, señala a EXPRESO Luis Aaron Salazar, a cargo de la dirección de Gestión BEDE del gobierno provincial.
Sobre los atrasos en los trabajos, explica que hay dos motivos: “Uno es la emergencia sanitaria que se dio a nivel nacional. También hay obras complementarias que todavía no se ejecutan, que es un tema administrativo netamente de la Prefectura”, expone.
El funcionario menciona que esos trabajos complementarios incrementarán el costo final de cada contrato. “La ley de Contratación Pública establece hasta un 15 % del costo contractual. Como no se ejecutan todavía, se cuantifican casi al finalizar”, precisa.
La terminación de dos de las obras (la que comparten El Triunfo y Naranjal y la de Pedro Carbo) está fijada para diciembre del presente año, según las previsiones de la entidad. No así con la de Nobol, donde se han presentado contratiempos.
“La entrega de la Petrillo-las Minas de Petrillo sería para enero o febrero del próximo año”, estima Salazar. Ahí hay retrasos porque en un tramo de la vía el Municipio de Nobol estaba efectuando la instalación de tuberías de agua potable, y no se podía intervenir. Recién hace poco terminaron esos trabajos”, señala el funcionario.
Esa obra, de 16 kilómetros de extensión, fue visitada por la prefecta Susana González en agosto pasado, para inspeccionar los trabajos. En esa ocasión, la primera autoridad provincial anunció que su inauguración estaba prevista para noviembre.
LA CIFRA
240 DÍAS
era el plazo de ejecución de cada obra, según los contratos firmados por las partes.