Con educación todo se resuelve, no hay necesidad de humillar
Hace poco se difundió un video en redes sociales en el que se observa a una vendedora informal que tiene discapacidad atada a un poste con cinta y a una guardia municipal de Durán que le propina una nalgada y además un hombre le lanza agua sobre el rostro, que también estaba cubierto con la cinta. El hecho indignó a muchas personas y no es para menos.
Existen formas para decir las cosas; si la joven no podía vender sus productos afuera de la oficina municipal, lo más lógico es pedir con educación que se retire, pero sucedió todo lo contrario y evidentemente hay consecuencias. Primero, ese funcionario será despedido para marcar precedente de que ese tipo de actos no se pueden repetir, pero lastimosamente la evidencia existe y se hizo viral, no solo en internet, sino que también algunos noticieros lo transmitieron.
Para exigir respeto hay que ganarlo, no es posible realizar ese tipo de actos con el objetivo de infundir miedo en la víctima y lograr que ella se retire, no sirve de nada; hay que considerar que ella tiene discapacidad, la idea no es generalizar que todos los guardias municipales actúan de tal manera, sobre todo porque ellos son la carta de presentación del alcalde.
En fin, este tipo de actos no se puede repetir y además con el despido se soluciona una parte, pero hay que ir más allá.
Carlos Cordovez de la Gasca