Durán cumple 118 años aún con la deuda del agua
El cantón tuvo una discreta celebración y un desfile en línea
El cantón tuvo una celebración discreta de parroquialización. Sigue con problemas de planificación.
Los fantasmas de ayer reviven cada año en fiestas. Que si no hay agua, que si la delincuencia acecha, que si se hacen o no obras representativas. El cuento sinfín de Durán no cambia en sus 118 años de parroquialización.
Fue el mismo alcalde Dalton Narváez quien en sesión solemne recordó la deuda con el agua potable, ese tema que dejó con sed al segundo cantón más poblado del Guayas, por la falta de planificación en la gestión de la obra de la administración pasada, cuando Alexandra Arce prometía en carteles algo que nunca cumplió: “Ya viene el agua”.
Ni llegó el agua, ni se aprovechó el dinero que desde el Banco Ecuatoriano de Desarrollo se invirtió para aquello, denunció Narváez, que se encargó de que Contraloría revise por qué no se construyeron cuatro pozos ni se instalaron redes para la obra, si el dinero estaba disponible.
Fue una sesión para recordar a los caídos en pandemia y para ensalzar a los solidarios. Un acto que estuvo enmarcado en un austero festejo. Durán pasó de contratar un concierto, como todos los años, a pregrabar un desfile y transmitirlo por redes sociales.
Dalton también habló sobre la seguridad. Durán es de los cantones que más registra delincuencia. Él dice que es percepción. Y ofrece camionetas para la Policía, al estilo de Cynthia Viteri. Y, al estilo Viteri, dice que ya está en marcha el plan maestro de la ciudad. Será entregado en diciembre y proyecta a Durán a los próximos 30 años.
Lo más colorido de las fiestas fueron las 2.500 cometas ubicadas a lo largo de la calle Sibambe, un homenaje a los pequeños artesanos.
La sesión contó con la presencia de la prefecta del Guayas, Susana González; el gobernador Luis Chonillo, varios alcaldes de la provincia y la exalcaldesa Marianita Mendieta, madre de Narváez.