EE. UU. imputa cinco cargos de narcotráfico a Cienfuegos
El jefe del Ejército del Gobierno de Peña Nieto fue detenido en Los Ángeles ❚ México enmarca el arresto en la “peste” de la corrupción de los “narcogobiernos”
Estados Unidos ha sacudido México con la detención del que fuera el jefe máximo del Ejército mexicano durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto, de 2012 a 2018. El general Salvador Cienfuegos fue arrestado el jueves por la noche en el aeropuerto de Los Ángeles a petición de la Agencia de Drogas Estadounidense (DEA), mientras viajaba con su familia.
Horas después de la captura, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, ha informado de que la justicia estadounidense lo acusa de cinco cargos relacionados con narcotráfico. Cienfuegos, de 72 años, está siendo investigado por la misma Corte de Nueva York que lleva el caso de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad con Felipe Calderón, y que sentenció a Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán.
Se trata del golpe más importante al Ejército mexicano desde la detención del militar Jesús Gutiérrez Rebollo en 1997 -considerado el zar antidrogas del Gobierno del expresidente Ernesto Zedillo-, condenado en 2007 a 40 años de prisión por vínculos con el crimen organizado; y la primera vez en la historia de México que se detiene a un exsecretario de Defensa.
“Es un hecho muy lamentable el que un exsecretario de la Defensa
sea detenido acusado por vínculos con el narcotráfico”, ha declarado Andrés Manuel López Obrador en su conferencia matutina y ha asegurado que en México no hay ninguna investigación abierta contra Cienfuegos.
“Lo del general Cienfuegos nos da la razón, ahora sí que duele tener la razón”, ha apuntado López Obrador. “Si no podemos hablar de un narcoestado, hablamos de un narcogobierno”, ha rematado el mandatario sobre los dos sexenios golpeados por la justicia estadounidense, el de Felipe Calderón (con la detención de García Luna) y el de Peña Nieto, con el arresto del general. Y reafirma la necesidad de la polémica consulta que ha propuesto sobre la investigación de los expresidentes, una medida que ha sido recientemente respaldada por la Suprema Corte y criticada por decenas de expertos al tratarse de una obligación del Estado perseguir criminales, no una decisión popular.
El golpe de la justicia estadounidense del jueves destapa la fragilidad del Estado mexicano, con dos ex altos cargos señalados por crimen organizado fuera de sus fronteras. Dos hombres directamente encargados de la seguridad de México durante las etapas más violentas del país y en las que ambos gobiernos, el de Calderón y el de Peña Nieto, se habían comprometido con su vecino del norte a combatir con dureza al narco mexicano.
Cienfuegos fue titular de Defensa entre 2012 y 2018, una cartera clave en la continuación de la guerra contra el narcotráfico de Calderón que siguió Peña Nieto hasta el fin de su mandato, aunque con la promesa de operaciones quirúrgicas para el descabezamiento de cárteles y no tanto los enfrentamientos directos de militares y el narco.
LA FRASE
Es un hecho muy lamentable que un exsecretario de la Defensa sea detenido acusado por vínculos con el narcotráfico.
ANDRÉS MANUEL LÓPEZ
OBRADOR, presidente de México
LOS DATOS
DEA
Con esta captura, derivada de una investigación de la agencia antidrogas estadounidense (DEA), EE. UU. volvió a convertirse en juez de los criminales y los políticos mexicanos de más alto nivel.
OPOSICIÓN
La captura despertó las recriminaciones de la oposición al Ejecutivo de López Obrador, a quien recuerdan que los altos cargos mexicanos no están siendo juzgados en el país, sino en EE. UU.