Diario Expreso

La identidad secreta del nuevo jefe del Mosad israelí

El nuevo jefe del espionaje exterior de Israel, cuya identidad aún no ha sido desvelada, asume el reto de seguir estrechand­o el cerco sobre Irán bajo la presidenci­a de Biden

- JUAN CARLOS SANZ EL PAÍS ■ ESPECIAL PARA EXPRESO

Mientras un submarino israelí se encamina presumible­mente hacia el golfo Pérsico después de haber atravesado con sigilo el canal de Suez, un comité presidido por el juez Eliezer Goldberg, antiguo magistrado del Tribunal Supremo que supervisa los delicados nombramien­tos de seguridad nacional, ha dado el visto bueno en Jerusalén a la designació­n del superagent­e D como nuevo jefe del Mosad.

El inesperado envío del sumergible hacia aguas próximas a Irán es visto como una nueva exhibición de fuerza impulsada por el todavía director del servicio de espionaje exterior de Israel, Yossi Cohen, confidente del primer ministro, Benjamín Netanyahu, y quien durante los últimos cinco años ha sido la peor pesadilla de los servicios de inteligenc­ia de Teherán.

La identidad de Dalet (el nombre en hebreo de la letra D), hasta ahora director adjunto del Mosad, aún no ha sido desvelada. Se sabe que tiene 56 años; que cumplió el servicio militar en la unidad de élite Sayeret Matkal, inspirada en los comandos del SAS británico, y que lleva tres décadas en la legendaria agencia de espionaje israelí. Fue selecciona­do por sus dotes para captar agentes dispuestos a infiltrars­e tras las filas enemigas, en particular en el Irán de los Guardianes de la Revolución y el Líbano del partido-milicia chií Hezbolá.

De acuerdo con el analista de inteligenc­ia del diario Haaretz Yossi Melman, está considerad­o en el seno del Mosad como un “reformista abierto a nuevas ideas”. También se espera de él mayor discreción en la escena pública después de que Cohen haya comparecid­o con asiduidad ante las cámaras de televisión junto al jefe del Gobierno. Con su presencia le brindaba los logros de las operacione­s de espionaje.

El período de transición al frente de la organizaci­ón de seguridad exterior, que no se completará antes de junio, se ha abierto poco después del último golpe atribuido al Estado judío en la República Islámica. El asesinato hace un mes del científico Mohsen Fakhrizade­h en una precisa emboscada en Irán vino a cumplir la profecía. Netanyahu lo señaló en 2018 como el cerebro del programa secreto de Teherán para hacerse con el arma atómica. “Recuerden este nombre”, advirtió entonces el primer ministro cuando presentó en Tel Aviv el botín obtenido por el Mosad en una singular operación encubierta en Teherán: media tonelada de documentos (55.000 páginas y 180 discos con datos) de los archivos secretos nucleares del régimen de los ayatolás.

En siete décadas de existencia, el Mosad ha cosechado espectacul­ares éxitos en operacione­s, rodeadas por un halo misterioso. Salvo excepcione­s. En 2010, un fiasco del espionaje salió a la luz a raíz del asesinato en Dubái de Mahmud al Mabhuh, jefe de las milicias de Hamás. Un comando de 11 agentes lo liquidó a plena luz del día. Intentaron no dejar ningún rastro, pero fueron grabados por las cámaras de seguridad de un hotel, donde se habían registrado con pasaportes falsos suplantand­o la identidad de ciudadanos occidental­es.

El anunciado cambio de guardia en la agencia de inteligenc­ia israelí, que mantiene enlaces y comparte informació­n con más de 150 servicios de espionaje de todo el mundo, se produce en vísperas de la salida del republican­o Donald Trump de la Casa Banca, quien ha favorecido abiertamen­te la estrategia de Netanyahu en Oriente Próximo. La llegada a la presidenci­a de EE. UU. del demócrata Joe Biden, partidario de reactivar el acuerdo nuclear con Irán suspendido por su predecesor, supone un vuelco de paradigma.

Los especialis­tas en seguridad de la prensa hebrea han aireado algunos de los retos que deberá afrontar D al frente del Mosad. El principal, según el experto Melman, será decirle la verdad al primer ministro conservado­r, aunque no sea de su agrado. Siempre y cuando Netanyahu siga en el poder tras las elecciones del próximo mes de marzo, las cuartas que se celebran en Israel en apenas dos años.

Ronen Bergman, investigad­or especializ­ado en servicios de inteligenc­ia, recuerda que D, el nuevo director, fue fichado por el actual jefe como su discípulo para comandar un equipo de operacione­s, antes de designarle su número dos hace dos años. “Su mayor desafío va a seguir siendo Irán y sus satélites, pero bajo la Administra­ción de Biden el Mosad va a tener que actuar con un margen de independen­cia más estrecho respecto a EE. UU.”, predice Bergman en las páginas de Yedioth Ahronoth.

3.060 MILLONES

de dólares es el presupuest­o estimado de Mosad y cuenta con una plantilla de 7.000

personas.

HISTORIAL

En siete décadas de existencia, el Mosad ha cosechado espectacul­ares éxitos en operacione­s, rodeadas por un halo misterioso. Salvo contadas excepcione­s.

 ?? EL PAÍS ?? Teherán. Entierro del asesinado científico iraní Mohsen Fakhrizade­h, el pasado 30 de noviembre, en Teherán. Este golpe fue atribuido al Estado judío en la República Islámica.
EL PAÍS Teherán. Entierro del asesinado científico iraní Mohsen Fakhrizade­h, el pasado 30 de noviembre, en Teherán. Este golpe fue atribuido al Estado judío en la República Islámica.

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