Las otras sombras de la reforma a la refinería de Esmeraldas
◗ Repotenciarla costó $ 2.200 millones pero siguen surgiendo fallas. ◗ El Estado tiene en sus planes entregarla en concesión.
El Municipio de Guayaquil empezó ayer una campaña de “desparasitación” masiva con el suministro de ivermectina, cuyo uso para combatir la COVID-19 ha sido cuestionado desde los gremios médicos del país y del mundo.
La polémica surgió la semana pasada tras el anuncio de la alcaldesa Cynthia Viteri de la compra de 2 millones de estas pastillas. “Cuando se preguntan por qué el medicamento, número uno: lo hemos usado siempre en desparasitación, es histórico. Número dos: si en el mundo están diciendo que esto protege de COVID y que puede ser una alternativa, pues ya es una cobertura adicional que nadie espera. Y la tercera es que si no pasa, todo el mundo estará desparasitado en Guayaquil sin efectos secundarios”, dijo la alcaldesa en una rueda de prensa.
Las críticas a esta medida llegaron de varios doctores que en redes sociales pidieron cautela a las autoridades locales. “El Municipio de Guayaquil ha tenido más errores que aciertos en la pandemia. A veces las buenas intenciones no bastan, hay que tener criterio”, dijo el doctor Esteban Ortiz.
Y es que no es la primera vez que la Alcaldía se vuelca a comprar medicamentos que, supuestamente, ayudan a combatir la enfermedad. Al inicio de la pandemia, la administración de Viteri también anunció la adquisición de hidroxicloroquina, cuyo uso como “tratamiento para la COVID” fue suspendido por la Organización Mundial de la Salud. La medida tomada por la OMS fue apoyada por el Gobierno nacional.