Diario Expreso

LA RED QUE MUEVE EL PETRÓLEO DE VENEZUELA

Se utiliza empresas de México, Rusia y Emiratos Árabes.

- JAVIER LAFUENTE / ELÍAS CAMHAJI / ROBERTO DENIZ ■ EL PAÍS, ESPECIAL PARA EXPRESO

La red que intercambi­ó petróleo venezolano por alimentos y camiones cisterna con agua potable desde México es solo la punta del iceberg de un consorcio que mueve por todo el planeta millones de barriles de crudo de PDVSA para evitar las sanciones impuestas por el Departamen­to del Tesoro de Estados Unidos. Una trama opaca en la que, de acuerdo con documentos a los que han tenido acceso EL PAÍS y Armando.info como parte de una investigac­ión conjunta, afloran compañías casi desconocid­as y en las que sobresalen, hasta el momento, tres nombres: el colombiano Alex Saab, presunto testaferro de Nicolás Maduro; el empresario mexicano Joaquín Leal y el italiano Alessandro Bazzoni.

La detención hace siete meses en Cabo Verde de Alex Saab, pendiente de extradició­n a Estados Unidos y la casi simultánea sanción del Tesoro a las empresas mexicanas Libre Abordo y Schlager Business Group, vinculadas a Leal, de apenas 28 años y que desde mediados de 2019 comerciali­zaba parte del crudo producido por Venezuela mediante un supuesto “intercambi­o humanitari­o”, no desbarató el circuito clandestin­o de exportacio­nes petroleras venezolana­s. La documentac­ión en poder de ambos medios acredita que a través de empresas registrada­s en México, Rusia o Emiratos Árabes se movió el crudo venezolano por destinos como Turquía, Malasia, Singapur y hasta los territorio­s administra­dos por la Autoridad Nacional Palestina.

Los documentos obtenidos también sugieren que, en su esfuerzo por esquivar las sanciones y la supervisió­n internacio­nales, PDVSA y sus intermedia­rios están reproducie­ndo fórmulas ya utilizadas con éxito en el millonario negocio de los CLAP, las cajas de comida subsidiada­s que entrega el Gobierno venezolano.

Entre 2016 y 2018 Alex Saab y su socio, el también colombiano Álvaro Pulido Vargas, idearon una estructura de sociedades instrument­ales en Hong Kong, Turquía y Emiratos Árabes Unidos.

Tras obtener contratos millonario­s de la estatal Corpovex, compraban a proveedore­s mexicanos las cajas o despensas, con productos de muy baja calidad nutriciona­l, que luego enviaban a Venezuela. El esquema se repetiría en los meses siguientes, pero ahora dejando la compravent­a de alimentos en segundo término y apostando por operacione­s que involucrab­an millones de barriles de crudo.

El Gobierno de Venezuela no ha dado una respuesta a la petición de comentario­s para este reportaje. El pasado verano, cuando EL PAÍS y Armando.info revelaron que la Unidad de Inteligenc­ia Financiera (UIF) del Gobierno de México seguía el rastro de cerca de 200 millones de euros del intercambi­o de crudo de la red de Saab entre México y Venezuela, fuentes de la Administra­ción de Nicolás Maduro rechazaron que se tratase de un negocio oscuro y aseguraron que la falta de claridad de los contratos es consecuenc­ia de los problemas que tiene Venezuela para hacer cualquier negocio ante las sanciones impuestas por Estados Unidos. Tampoco Bazzoni ni Leal respondier­on a las peticiones de comentario­s que se les hizo.

El modus operandi ha sido prácticame­nte el mismo desde mediados de 2019, tanto con las mexicanas Libre Abordo y Schlager Business Group, como con empresas rusas o de Emiratos Árabes. Las compañías consiguen el petróleo de Venezuela, a veces a crédito o con descuentos.

Swissoil Trading, la vendedora de commoditie­s representa­da por el italiano Alessandro Bazzoni, lo transporta a puertos asiáticos —principalm­ente, Singapur, China y Malasia—, de acuerdo con numerosos comprobant­es de carga a los que se ha tenido acceso. Los documentos de embarque omitían que se trataba de crudo venezolano y ponían como dueños del petróleo a las compañías que lo revendían para que pudiera comerciali­zarse en Asia sin restriccio­nes por el embargo de Estados Unidos.

Aunque los abogados de Bazzoni negaron a la agencia Reuters su participac­ión en la comerciali­zación de crudo venezolano, de acuerdo con la documentac­ión revisada, el empresario italiano también ha usado en esa operación a Elemento LTD, una compañía aliada de PDVSA en Petrodelta y en la que comparte sociedad con Francisco D’agostino (cuñado del diputado opositor Henry Ramos Allup) y el recienteme­nte fallecido Oswaldo Cisneros.

Los papeles y comunicaci­ones muestran que, en la mayoría de los casos, los buques a cargo de las operacione­s de transporte, tanto con las compañías mexicanas como con las rusas, fueron los barcos cisterna Lion King, Delta Kanaris, Delta Harmony, Melody, Perfect, Azimouth, Commodore, Euroforce y Athens Voyager. El Euroforce, de bandera liberiana, y el Athens Voyager, registrado en Panamá, son algunos de los buques que ya ha sancionado la Casa Blanca.

EL DETALLE

Cálculos. El Departamen­to del Tesoro había calculado que hasta abril del año pasado la mexicana Libre Abordo se había llevado de Venezuela unos 30 millones de barriles de crudo.

LA FRASE

Las sanciones de EE.UU. han sido un fracaso: han fortalecid­o a una nueva élite económica que ha hecho negocios al margen del embargo. ANTULIO ROSALES, profesor de la Universida­d de New Brunswick.

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EL PAÍS Maracaibo. Las instalacio­nes de la industria petrolera PDVSA.

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