FRANCESCA JONES, TENISTA SIN LÍMITES
La británica, que nació con malformaciones en sus manos y pies, es un ejemplo de superación tras acceder al cuadro final del Abierto de Australia
La clasificación de la británica Francesca Jones para la fase final del Abierto de Australia ha dado a conocer su historia de superación: la tenista nació con displasia ectodérmica por electrodactilia, un síndrome poco común que provocó que sus manos y pies se desarrollaran de forma anormal.
Jones tiene tres dedos en el pie derecho, cuatro en el izquierdo y tres dedos y un pulgar en cada mano. Pero, a sus 20 años, está dispuesta a que sea su juego y no su enfermedad la que la defina. Ella confía, con su propio ejemplo, en cambiar la perspectiva de las personas sobre lo que se puede lograr en la vida. La británica ha roto ya todos los prejuicios clasificándose para la fase final del Grand Slam australiano.
En la fase de clasificación, disputada en Dubái, venció a la rumana Monica Niculescu (6-3 y 6-2), a la croata Jana Fett (7-6, 2-6 y 6-1) y a la china Jing Lu (60 y 6-1), protagonizando una bonita historia de superación para alcanzar la élite del tenis, en contra incluso de la opinión de los médicos.
Le dijeron que con solo tres dedos y un pulgar en cada mano no podría jugar al tenis, que es su pasión. Francesca Jones está demostrando, sin embargo, que estaban equivocados. Será una de las contendientes en el ‘major’ australiano.
“Mi síndrome es muy raro. Es complicado porque hay numerosos síntomas. Los míos son que tengo tres dedos en el pie derecho, cuatro en el izquierdo y cuatro en cada mano”, explicó la joven tenista, de 20 años, en una entrevista publicada en el sitio de la Federación Internacional de Tenis (ITF).
Hasta ahora, Jones, que tiene la ambición de “convertirse en un gran nombre en el deporte”, había fracasado dos veces en la primera ronda de las calificaciones de Wimbledon en 2018 y en 2019.
“Los médicos me dijeron que no podría jugar al tenis. Y mi reacción fue: ‘Ya que creen eso, voy a demostrarles que están equivocados”, reveló con seguridad la deportista.
“Cuando tienes menos dedos, es más difícil poner peso sobre los pies y genera un gran problema de equilibrio”, explica, precisando que por esta enfermedad tiene más riesgos de lesiones, algo que no le ha significado un impedimento para trazarse metas, al contrario, cada reto es una motivación en su carrera tenística.