Un florecimiento de los guayacanes distinto
Por la pandemia, las autoridades evitaron la concurrencia de visitantes a los bosques ❚ Una romería al Santísimo Sacramento
Las lluvias dan inicio a una tradición en el cantón Zapotillo, en Loja. Las primeras precipitaciones del invierno, entre los últimos días de diciembre y el comienzo de enero, dan paso al florecimiento de los guayacanes. Los árboles se cubren de flores amarillas, los cuales al caer tapizan extensos territorios de las parroquias Bolaspamba, Mangahurco y Cazaderos. El espectáculo, parte de la riqueza natural de este cantón lojano, atrae todos los años a los amantes de la naturaleza, pero en esta ocasión no habrá un festival para recibirlos.
Al florecimiento de los guayacanes está atada una festividad religiosa que se vive con devoción en este suelo lojano: la fiesta en honor al Santísimo Sacramento. El padre Julio Pedro Sanmartín sostiene que según la historia, hace varias décadas hubo un tiempo de sequía tan intenso que muchos pobladores decidieron abandonar sus terrenos. Ante aquella prolongada sequedad también hubo un grupo de fieles y párrocos que optaron por fortalecer su fe y devoción a Dios y por ello decidieron hacer una misa de Acción de Gracias en honor a Jesús Eucaristía.
Ese evento se programó para un 20 de enero y la respuesta del cielo no se hizo esperar. Cayó la lluvia que muchos esperaban para sus sembríos.
A raíz de esta ceremonia, según cuenta el religioso, cuando los pobladores se encomendaban al Santísimo, cada 20 de enero, llovía. Por ello esta fecha quedó registrada como una tradición en Zapotillo.
Este año, con una procesión en la que el Santísimo Sacramento fue paseado por las calles céntricas de Zapotillo, se agradeció y se le pidió a Dios que hiciera brotar el agua de las nubes. Esta festividad lleva realizándose aproximadamente más de 30 años en el llamado el paraíso tropical, pues a la par de los admirados guayacanes cuenta con otros árboles representativos como tamarindo, algarrobo, ceibos, palmeras y una diversidad de cultivos para los cuales anualmente se clama por el aguacero.
EL DETALLE
Cuidado. El último florecimiento se dio en diciembre de 2020 sin turistas porque, según el alcalde Efrén Vidal, lo hizo para precautelar la salud de los habitantes.
El ingreso de los turistas, negado por seguridad
1.Ausencia. En el último florecer de los guayacanes no hubo turistas debido a la pandemia. No se permitió ingresar a los senderos tapizados de amarillo.
2. Devoción. El Santísimo Sacramento, en el reciente recorrido, fue llevado por las calles céntricas de Zapotillo. Los fieles agradecieron y pidieron que llueva en la localidad.