Investidura de Biden, prueba de fuego para la democracia
La inteligencia estadounidense no quiere repetir los errores del 6 de enero ❚ Este miércoles Joe Biden será posesionado como el nuevo presidente de los EE. UU.
La investidura de Joe Biden este miércoles es una de las pruebas de fuego más decisivas para la democracia estadounidense, con la tensión en cotas máximas ante una ceremonia cerrada al público y abarrotada de militares en lugar de las multitudes festivas de otros tiempos.
La ceremonia en la escalinata oeste del Capitolio, escenario hace menos de dos semanas del mortal asalto de los seguidores de Donald Trump, concentrará en pocos metros al nuevo presidente, senadores, donantes, empresarios y otros miembros del selecto grupo de los mandos de la nación más poderosa del mundo.
La inteligencia estadounidense no quiere repetir los errores del 6 de enero, después de que la Fiscalía haya recopilado pruebas de que algunos de los participantes del asalto buscaban “capturar y asesinar”, al tiempo que se conocen detalles de como hasta propusieron ejecutar a un policía con su propia arma reglamentaria.
El FBI consideró en una circular enviada la semana pasada que el asalto al Capitolio ha envalentonado a grupos de “extremistas violentos domésticos” que consideran son la mayor amenaza “terrorista” para el país durante 2021 y se están tomando muy en serio el peligro en los días previos y durante la investidura del día 20 de enero de Joe Biden.
Según Michael Allen, director gerente de Beacon Global Strategies y exasesor del expresidente George W. Bush, en entrevista con Fox News, las autoridades “están preparándose en exceso para mandar un mensaje de disuasión, de ‘no os acerquéis’”.
La alerta roja cerrará el monumental National Mall, el Capitolio y algunos de los accesos a la ciudad de Washington durante la investidura, con lo que esta ceremonia, que normalmente es un evento de masas y de carácter festivo (aunque hace cuatro años hubo disturbios durante la toma de posesión de Trump), se desarrollará en un ambiente enrarecido y militarizado.
Unos 25.000 soldados de la Guardia Nacional armados con fusiles, más del doble de las tropas desplegadas en Afganistán, Irak y Siria, patrullan Washington ante la posibilidad real de nuevos altercados e intentos de sabotear la investidura de Biden.
La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, ha pedido a sus conciudadanos que se queden en sus casas el miércoles y las autoridades federales, responsables de la zona monumental entre el Capitolio y la Casa Blanca, a donde Biden debería de llegar a pie, han advertido que cualquier intento de ingresar en zonas restringidas será respondido con la fuerza.
Durante sus cuatro años de presidencia, Trump ha dado coartada con mentiras como el robo de las elecciones por parte de los demócratas, a grupos extremistas y dos décadas después del 11S ya no son las montañas de Tora Bora o la lucha contra extremistas islámicos donde se necesitan tropas, si no en la mismísima explanada del National Mall para hacer frente al terrorismo interno.
En medio de un ambiente de tensiones, la inteligencia estadounidense ha detectado esfuerzos por parte de actores rusos, chinos e iraníes para echar leña al fuego de la retórica violenta entre los grupos más radicales, que hasta el momento se han identificado con Trump, pero ocupan un espectro mucho más siniestro que llega hasta grupos neonazis.
Las autoridades de Washington DC arrestaron ayer a una mujer que se hizo pasar por policía y a un segundo hombre armado cerca del Capitolio. La capital estadounidense está convertida en una fortaleza blindada ante el riesgo de nuevos ataques previo a la posesión de Biden.
EL DETALLE
Diferente. La ceremonia será diferente a otras investiduras, con mucha tensión, llena de militares en vez de multitudes como fue en otros tiempos.
MOMENTO HISTÓRICO
Kamala Harris jurará su cargo
La vicepresidenta electa de EE.UU., Kamala Harris, jurará su cargo el próximo miércoles con la ayuda de la jueza Sonia Sotomayor, la primera magistrada hispana del Tribunal Supremo estadounidense. Ese plan busca subrayar el momento histórico que supondrá la investidura de Harris, que será la primera mujer vicepresidenta de Estados Unidos, además de la primera mujer de raza negra y raíces asiáticas que llegará a la Casa Blanca. Por su parte, Sotomayor, nacida en Nueva York y cuyos padres eran puertorriqueños, se convirtió en 2009 en la primera jueza hispana en ascender al Supremo.