CAMARÓN: CRECE PERO NO RINDE IGUAL
EXPORTACIONES Un alza del 7 % en envíos, eclipsada por más costos.
Ecuador necesita rediseñar su industria para atender en mayor medida al retail
JOSÉ ANTONIO CAMPOSANO
Presidente de la CNA
Crecieron un 7 % en envíos el año pasado con una facturación ($ 3.611 millones) que permitió que el camarón conservara su podio como el producto no petrolero más exportado (seguido por el banano), pero quienes están en esta industria se niegan a aceptar que el 2020 fue un buen año. No cuando la pandemia revirtió el crecimiento a doble dígito al que se habían acostumbrado en la última década, no cuando su posición de ahora, dicen, implicó tener un incremento de costos y asumir otros sacrificios.
La COVID-19, que golpeó a todo el sector productivo, evitó que los camaroneros alcanzaran el crecimiento promedio entre el 16 y 18 % experimentado en otros años y con ello que pudieran tener mejores ingresos. Pese a que el año pasado el sector logró vender 90 millones más en libras, ese incremento no significo “un dólar adicional de facturación”, sostiene José Antonio Camposano, presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA). Esto, explica, está atribuido a la caída significativa que tuvo el precio internacional del crustáceo y a los mayores costos que significó orientar la oferta a un mercado de retail.
Esto se traduce en calificar al 2020, dice, como el segundo peor año en envíos. El primero se dio en el 2013 cuando la industria
creció solo un 5 % en volúmenes, como consecuencia de las restricciones que aplicó para bajar la densidad de siembra en los cultivos como medida para evitar la enfermedad del MS, que en ese momento
afectaba a la industria a nivel global.
En el 2020, Asia (con China a la cabeza) siguió siendo el principal comprador con 856,8 millones de libras, esto pese al año pasado su participación en
ese sentido cayó 10 puntos, como consecuencia del freno que tuvo la demanda. El confinamiento y otras medidas de movilidad en ciudades asiáticas cerraron el Food Service, el canal que capta hasta un 50 % de la venta exportable ecuatoriana: hoteles, restaurantes, cafeterías, empresas de catering dejaron de hacer su pedidos.
Ante esto, el sector decidió redireccionar su oferta y empezar a atender al segmento de retail. Esto permitió duplicar las ventas en Estados Unidos (en un año crecieron de 172 millones de libras a 259 millones); no obstante, eso significó un castigo en los precios. Estados Unidos no compra camarón entero, sino las colas y cuando se descabeza se castiga en un 30 % el peso del camarón. Una labor que además implicó que se tenga que contratar mayor mano de obra, por la labor de tener que pelar el producto.
El segmento de Food Service aún no se ha recuperado, por eso algunas industrias plantean seguir apostando por el retail. En este sector se reconoce a la vía como una alternativa, pero Camposano aclara que no es una solución para todos por los mayores costos que se requieren: no solo se necesita contratar más gente, sino invertir en mejor infraestructura.
Cuando se habla de expectativa de recuperación, el blanco está puesto en los efectos de la vacunación global. Con una inmunización que avance a buen ritmo se puede hablar de recuperación. Mientras eso no se dé, señala el dirigente, la estabilidad del sector seguirá siendo incierta.
EL DETALLE
Expectativa. El mercado tiene puesto los ojos en China, próximo a celebrar el Nuevo Año. Las restricciones que se apliquen marcarán el ritmo de demanda.