LIGA VIVE EN EL FÚTBOL DE JORDY ALCÍVAR
Repetto toma en serio a los precoces, aquellos que aparecen jugando con rebeldía. En un joven talento las irregularidades son obligatorias, no hay que alarmarse por los altibajos. Ni los altos son definitivos. En fútbol se mejora compitiendo. Jordy Alcívar dinamiza el juego, ve cosas que los otros no. Estamos frente a algo distinto. Da criterio y sentido colectivo. Le pone cuota de ingenio al equipo. Es la bisagra para que Liga pueda estabilizarse en el medio. Toca cien balones y pierde dos. Quitador, organizador, distribuidor sin deshilachar al equipo. Hace conducciones de 25 metros y se asocia a compañeros. El miedo al error lo mantiene alerta. Es auxilio para el cinco. El gran salto lo da cuando se da cuenta de que puede ganarle al resto. Gusta, entusiasma, produce emoción. Tiene grandes virtudes: zancada descomunal, no pisa la pelota en el centro del campo (le quitaría ritmo a su equipo). Juega demostrando que es un talento superior. Jordy Alcívar tiene la capacidad de esconder el pase, mira para un lado y pone la pelota en el opuesto. Es más fácil cuando se tienen compañeros de buen pie como él. Cuando se ve a Jordy Alcívar se entiende la idea del equipo. Semblantea el panorama. Da relevo, toca sin tregua. Cuando se juega a 40 metros del arco propio, hay que tener un dominio de pelota más puro, finalizar los ataques, porque los centrales juegan a la intemperie. Alcívar no pierde los duelos individuales y achica bien. Ejemplo de energía y valentía. Además, es un gran gestor.
No vale solo por lo que hace, sino por cómo se asocia. Ha creado un triángulo mágico con Villarruel y Piovi, con el que no solo tiene eficacia sino brillo. Está en el origen de la jugada. El talento vale más que el dibujo táctico.
Sostiene la intención de defender corriendo hacia delante. Importante con la pelota y sin ella. Talento superior, calmo en la definición, no está más rápido de lo que la jugada pide, es frío ante el gol. Empezó a descubrir que la portería tiene rincones. Sus remates descomunales son goles.
La inteligencia en el fútbol tiene que ver con la capacidad de síntesis; al recibir la pelota, con solo pararla ya le agrega peligro y carácter.