La detección de variantes no suple el déficit de pruebas
La UEES y la USFQ han identificado al menos 14 linajes del virus que circulan en el país ❚ Pero insisten en la necesidad de fortalecer el diagnóstico y testeo
Científicos ecuatorianos que han seguido el desarrollo de la pandemia de COVID-19 y han aportado con trabajos de investigación, coinciden en resaltar la importancia de que haya un sistema de detección e identificación de las variantes que circulan en el país, pero insisten en que urge fortalecer la prevención y contención, con testeos y muchas más pruebas de diagnóstico.
A inicios de este mes, el Gobierno suscribió convenios con dos universidades privadas para fortalecer la ‘vigilancia genómica’ del SARS-COV-2, responsable de la enfermedad.
Esto, para realizar la secuenciación del genoma de las muestras de virus halladas en pacientes infectados, para determinar si se trata de las mismas variantes o linajes del coronavirus que circulan desde el año pasado en Ecuador, o incluso una eventual nueva cepa, dada su alta capacidad de mutación.
El convenio se firmó luego de que en el Reino Unido se detectara una variante mucho más contagiosa, que pronto se regó por Europa y luego se confirmó también en Ecuador y otros países de América Latina.
“Este virus muta. Es su forma de sobrevivir. Muta para que nuestro sistema inmunológico no lo reconozca. Y se va a quedar con nosotros para toda la vida, como el sarampión, el VIH o la gripe. Por eso es necesario analizarlo”, explica el doctor Fernando Espinoza, director general de Investigación de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES).
En ello coincide el doctor Patricio Rojas, investigador del Instituto de Microbiología de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ). “Lo que hacemos es vigilancia genómica. Podríamos alertar, por ejemplo, si las vacunas pudieran tener algún problema de efectividad” ante ciertas mutaciones.
Aclaran que se trata de un proceso distinto al de diagnóstico con las pruebas PCR y que tarda más. Entre dos y cuatro días.
Ambas entidades hacían esta labor desde el año pasado, con muestras de distintas partes del país. La USFQ ha identificado 14 variantes del SARS-COV-2 hasta ahora, precisa Rojas.
Espinoza acota que en los primeros meses de la crisis sanitaria, hallaban las mismas variantes de procedencia europea del virus, pero que tras la reapertura de los aeropuertos aparecieron otras más.
Pero Rojas reconoce que esa cantidad no representa el total de variantes que circulan en el país. Entre otros motivos, porque no se efectúa el suficiente número de pruebas de diagnóstico.
Espinoza concuerda y considera que en el manejo de la pandemia hay más reacción que prevención, aludiendo al déficit de pruebas de detección.
La epidemióloga Andrea Gómez insiste en que sin suficientes pruebas no se conoce lo que sucede en el país, no se pueden tomar decisiones a corto plazo y no se determina la curva real.
Dice que el trabajo conjunto con la academia es muy importante, pero también es indispensable que el Ministerio de Salud fortalezca todos sus espacios y niveles de atención.
“Se necesita más personal. No solo se trata de aumentar camas, sino de aumentar todos los equipos para la atención de cuidados intensivos, de atención primaria, del rastreo de casos, etc.”, sostiene.
DETALLE
Costos. Como es conocido, todos los insumos, reactivos y equipos para hacer este tipo de análisis en laboratorio son importados. No se producen en el país.
LAS FRASES
Una persona que gana $ 2 diarios no va a gastar 90 en una prueba. Debe hacerla el Estado.
FERNANDO ESPINOZA, director de Investigación UEES
No hacemos todas las pruebas que deberíamos. En Quito deberían ser al menos 5 mil.
PATRICIO ROJAS, investigador de la USFQ
Han hecho varios ofrecimientos y no han cumplido. No hemos llegado ni al millón de test.
ANDREA GÓMEZ AYORA, investigadora y epidemióloga
ANÁLISIS Dos tareas a la vez en laboratorio
Los laboratorios de las dos universidades privadas que realizan secuenciación genómica del virus, en convenio con el Estado, mantienen a la par el servicio de diagnóstico mediante pruebas PCR y de antígenos. En la UEES (foto), la tarea ha vuelto a subir a 120 exámenes diarios, cuando hasta noviembre habían descendido a 30.