Los ‘dreamers’ acarician su sueño
Una esperanza para los llegados a Estados Unidos siendo niños
Las mismas sombras que lo han amenazado toda su vida arruinaron a Luis Otero su 23º cumpleaños. Fue la tarde del pasado 6 de enero, cuando hordas trumpistas asaltaron el Capitolio de Washington, la ciudad en la que estudia y trabaja Otero, para tratar de impedir que el demócrata Joe Biden se convirtiera en presidente.
La victoria de Biden significó mucho para muchas personas. Pero para jóvenes como Otero, que cruzó de México con sus padres cuando tenía dos años, que se enteró de que era indocumentado en la adolescencia y que no ha conocido otro hogar que Estados Unidos, supuso “una ola de alivio y felicidad y la esperanza de que la pesadilla iba a terminar”.
En su primer día en la Casa Blanca, Biden dejó claro que la reforma migratoria será una de sus prioridades. Pocas horas después de su investidura el miércoles envió al Congreso una propuesta de legislación que contempla la regularización de los 11 millones de indocumentados que se calcula que viven en el país en un plazo de ocho años, una vez que se verifique que cumplen algunos requisitos como que no tienen antecedentes penales y que están al día con el pago de impuestos.
Y en lo alto de las prioridades colocó a los cerca de 700.000 dreamers (soñadores), término con el que se conoce a aquellos jóvenes como Otero, a los que sus padres trajeron a Estados Unidos sin papeles cuando eran niños y a los que Barack Obama protegió en 2012 con el programa DACA. La reforma que propuso Biden el miércoles al Congreso contempla ofrecer la residencia permanente inmediata a los dreamers. El presidente firmó también una orden ejecutiva pidiendo a su Gobierno que tome todos los pasos para preservar y fortalecer DACA.
EL DATO
Clima. Una carta firmada por 153 líderes mundiales y publicada ayer en el New York Times alienta a Joe Biden a convertirse en el “presidente climático”.