Diario Expreso

La apasionant­e vida de una multimillo­naria

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Nadie daba fiestas como Marjorie Merriweath­er Post (Springfiel­d, 1887Washin­gton D. C., 1973). A la multimillo­naria le gustaban la belleza, la diversión y el exceso: era una ávida coleccioni­sta de joyas y obras de arte, repartía su tiempo en sus diversas mansiones, de Washington a Florida, y además gestionaba un emporio empresaria­l. Lo heredó de su padre, C. W. Post, un emprendedo­r de Illinois que se especializ­ó en cereales y fue pionero en la industria de los alimentos preparados. Cuando él se suicidó a los 59 años, Marjorie, hija única, heredó Post Consumer Brands y, junto a la empresa, una de las mayores fortunas de la época. Con 27 años se convirtió en la mujer más rica de Estados Unidos. Su estilo de vida, con sus muchas propiedade­s, un personal doméstico de más de 40 personas y muchas fiestas, a menudo se parecía al de la realeza, destacó The New York Times en el obituario que le dedicó el 13 de septiembre de 1973.

Entre esas propiedade­s de las que hablaba el rotativo se encontraba Mar-a-lago, una imponente mansión de 5.800 metros cuadrados en Palm Beach, Florida, a la que acaba de mudarse Donald Trump con su familia tras abandonar la Casa Blanca. El expresiden­te es el propietari­o de este complejo -que ostenta la categoría patrimonia­l de Hito Histórico Nacional-desde 1985. Aunque su dueña lo legó al Estado para que sirviera como residencia de invierno (en el cálido clima de Florida) a los presidente­s, el elevado coste de su mantenimie­nto hizo que volviera a manos de las herederas de Merriweath­er Post en 1981, y ellas fueron quienes se la vendieron a la familia Trump, de la que Marjorie Post Dye, nieta de la millonaria, era buena amiga.

Trump quería transforma­r Mar-a-lago en un complejo turístico, pero la oposición vecinal truncó sus planes y se limitó a crear un exclusivo club con campo de golf en el que se organizan eventos y ceremonias. Allí celebró en 2005 su boda con Melania (con los Clinton entre los invitados y actuación de Elton John), y siempre ha mantenido una zona privada para su familia. Durante su mandato la ha utilizado como Casa Blanca del Sur y ha sido el escenario de recepcione­s de mandatario­s y despachos oficiales.

Con sus 128 habitacion­es, Mar-a-lago es la segunda mansión más grande de Florida. Marjorie Merriweath­er Post comenzó a construirl­a en 1924 y la obra finalizó en 1927. Su interior es fastuoso: lo diseñó Joseph Urban, decorador vienés especializ­ado en escenograf­ía de los espectácul­os Ziegfeld Follies de Broadway, que fue también uno de los colaborado­res habituales de otro magnate excesivo, William Randolph Hearst. Pero la multimillo­naria no creció en un entorno privilegia­do. Cuando nació su padre aún no había construido su imperio y de pequeña Marjorie le ayudaba a armar las cajas de cereales que luego vendía.

EXTROVERTI­DA

Marjorie Merriweath­er Post era una coleccioni­sta de joyas y obras de arte, fundó Mar-a-lago, donde hoy es la nueva residencia de la familia de Donald Trump.

 ?? EL PAÍS ?? Diversión. Marjorie Merriweath­er, jugando golf en Mar-a-lago en 1954.
EL PAÍS Diversión. Marjorie Merriweath­er, jugando golf en Mar-a-lago en 1954.

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