VOLUNTAD PARA COMPRAR VACUNAS
INDUSTRIA. El sector está predispuesto aunque el Gobierno se niega a dar el permiso.
Pese a que el Gobierno ha afirmado que, por el momento, no permitirá que el sector privado importe las vacunas contra la COVID-19 que se fabrican en el mundo, la industria ve en esta compra una oportunidad para inmunizar a sus trabajadores y a más personas que lo necesiten, seguir generando empleo, y acelerar la reactivación del país.
El último que se pronunció sobre el tema fue el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, quien ante la pregunta del asambleísta Sebastián Palacios, en la Comisión de Salud del Legislativo, dijo que le parecía una “situación súper hiper compleja” la de permitir la compra de vacunas por parte del sector privado. “Si hay gente aquí que vendió bolsas para cadáveres, el abrir esto para que se comercialice la vacuna me parece un error tremendo y este es un compromiso global que tienen las farmacéuticas con los gobiernos”, dijo.
Sin embargo, Zevallos dejó la puerta entreabierta para que, en el futuro, las alcaldías y universidades puedan adquirir dosis “bajo ciertas condiciones”. “Que pasen por los requisitos que señala el Arcsa, y que las personas estén capacitadas con el manejo de la cadena de frío y toda la administración de la vacuna y que tampoco se comercialicen las vacunas, sino que se puedan mandar a todas las personas que lo necesiten”.
En México, por ejemplo, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo el pasado 22 de enero que los municipios y las empresas podrán comprar por su cuenta vacunas avaladas por el Gobierno y en India podría pasar lo mismo desde marzo.
Miguel Palacios, director ejecutivo de Asociación de Laboratorios Farmacéuticos del Ecuador, no ve ningún inconveniente en que, siguiendo todos los estándares de transporte y almacenamiento, el sector pueda vacunar de forma responsable. “Se generarían más fuentes de empleo y sería un importante aporte para la reactivación del país”, señala.
Con él coincide Miguel Ángel González, el nuevo presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, quien cree que sí deben participar de la importación de dosis a medida que aumente la producción de vacunas a nivel mundial. “El sector público por sí solo no cuenta con la capacidad ni los recursos para llevar a cabo un plan de vacunación masiva a largo plazo”, afirma.
No obstante, ambos gremios tienen propuestas distintas sobre el costo que podría tener la vacuna incluso para sus empleados. Palacios cree que deben “fijarse precios oficiales y justos para el consumidor y empresario”, mientras que González afirma que el Gobierno debería “generar incentivos tributarios en función del monto invertido en vacunar a los trabajadores” de las empresas.
“Todo el sector productivo ha tenido un año difícil, muchos han trabajado bajo pérdidas. Aliviar la carga es indispensable para poder trabajar de forma articulada en un plan”, menciona el presidente.
José Guevara, gerente de Interlab, señala que los hospitales privados y laboratorios podrían empezar importando o comprando las dosis a Pfizer o Astrazeneca aquí en el país. “Es indispensable que lo haga quien tenga personal calificado para manejar y administrar la vacuna”.
VOCES
MIGUEL ÁNGEL
GONZÁLEZ, presidente de la Cámara de Comercio de
Guayaquil
El trabajo en conjunto público-privado es siempre el mejor para el país. Por eso pienso que el sector privado sí debe participar en la importación de las vacunas.
MIGUEL PALACIOS, director de ALFE.
Sería muy difícil que las empresas tengan ahora los recursos disponibles para vacunar a sus empleados.
Por eso debe ponerse un precio oficial, que les permita una rentabilidad justa.
CATERINA
COSTA, expresidenta de la Cámara de
Industrias.
Sin lugar a dudas el proceso de vacunación, eficiente y organizado, puede influir en que se dé esta reactivación económica. Estamos de acuerdo con sumarnos.
EL DETALLE
Perjuicio. En 2020 la industria perdió alrededor de 116 millones de dólares al día. “Esperamos que el 2021 sea el año de la reactivación”, dice Costa.