En Agua Blanca lavan como lo hacían los antepasados
Conservan la tradición de limpiar sus vestimentas con agua sulfurosa
Elisa Martínez vive en una de las principales calles de la comuna Agua Blanca, ubicada en Puerto López, en Manabí, pero debe caminar aproximadamente unos 20 minutos a las 05:30 de la madrugada, hasta los pozos de agua azufrada para lavar la ropa de su familia.
Las mujeres colocan la tina en su cabeza y hacen una larga caminata acompañada de sus niños, porque no tienen con quién dejarlos en casa. En el lugar hay piedras planas que les permiten restregar las prendas, complementan la limpieza con una taza, un mate ancho, cepillo y detergente.
Así como Elisa, 84 familias de la localidad llegan hasta este sitio donde existen dos pozos de agua azufrada.
La labor la realizan desde muy temprano porque a las 09:00 tienen que abrir sus pequeños emprendimientos de ventas de artesanías, como una alternativa de ayuda en la economía de su hogar.
Según Martha Coronado, comunera, el agua sulfurosa lava mejor, sale más el sucio y el detergente hace más espuma, dijo la moradora.
En la comunidad, sí cuentan con el servicio de agua potable, “ya estamos acostumbrados a lavar, cocinar y hasta bañarnos con el agua de los pozos, como lo hacían nuestros antepasados, comentó Mendoza.
Según Alicia Asunción, artesana, recogen el agua en pomas, la que les sirve para cocinar, en algunos casos hasta se puede tomar, se deja sin tapa las pomas para que el azufre se evapore y luego se puede beber, acotó la artesana.
A 500 metros del lugar se encuentra la laguna, es una fuente de agua natural que recibe al turismo. Además, el lodo tiene un complemento de sanación porque se lo utiliza para realizar mascarillas y masajes.
“Esta tradición tiene más de 100 años usando las vertientes de agua; se las emplea en el verano. Aún se usan en este invierno, pero si el tiempo empeora, el río crece y entierra los pozos. Después que pasa el invierno hacemos una minga para limpiar nuevamente los pozos”, dijo Paúl Maldonado, historiador.
Habitantes de otras localidades de Manabí llegan al sitio, entre ellas Machalilla, para usar las fuentes de agua azufradas.
Estas vertientes, tienen un alto valor histórico, se presume que fueron perforadas por los aborígenes.
PAÚL MALDONADO
Historiador