EL SILENCIO COMO LEMA DE ANDRÉS ARAUZ
CONTROVERSIAS Como candidato no responde y marca la pauta si llega al poder.
Las evasivas se van haciendo una marca personal. Pasaron 72 horas y el candidato por la alianza Unión por la Esperanza (UNES), Andrés Arauz, no dio una explicación, ni se ha referido, al informe publicado por la revista colombiana Semana que señala un supuesto aporte del Ejército de Liberación Nacional (ELN) a su campaña electoral.
Ni siquiera en las redes sociales en donde el candidato correísta aseguró, durante el debate organizado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), que respondía a “todas las injurias”, justamente cuando fue cuestionado por los candidatos Juan Fernando Velasco (Construye) y Yaku Pérez (Pachakutik) sobre supuestos actos de corrupción. Hasta ayer, no hizo un solo video o escribió algún tuit desmintiendo haber recibido $ 80.000, a modo de “préstamo”, según los archivos encontrados en manos del extinto líder guerrillero, alias Uriel. Tampoco ha respondido a EXPRESO.
No se trata de la primera evasiva del aspirante que, de acuerdo a los sondeos de opinión, es uno de los opcionados a pasar a la segunda vuelta en las elecciones generales de 7 de febrero.
Ni él, ni la alianza que lo respalda han dado una respuesta clara a la denuncia de que, a cambio de votos, estaban realizando pruebas PCR para detectar COVID-19, sin registro sanitario, que fue presentada por el consejero Luis Verdesoto.
También en eso, se desvió el tema y UNES prefirió hablar del supuesto plan para suspender las elecciones y así evitar la victoria en primera vuelta del binomio
Arauz- Carlos Rabascall.
El académico y analista político Arturo Moscoso ve con preocupación la actitud de los políticos que deciden no rendir cuentas sobre temas trascendentales “simplemente porque no les da gana” o intentan mostrar que ven con desdén algunos temas que les podrían comprometer.
“Eso nos da una muestra de que hay políticos que no rinden cuentas y del tipo de gobierno que propondrían de llegar a alcanzar el poder”, le dijo Moscoso a EXPRESO.
La activista política Martha Roldós recordó que esa fue la tónica de la década del correísmo al frente del Ejecutivo desde donde se exigía, a quienes consideraban sus rivales políticos, rendir cuentas por cualquier medio, a la vez que evadían responder denuncias como la del supuesto financiamiento a la campaña de Rafael Correa por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionaria de Colombia (FARC), revelado en 2009.
Arauz tampoco asiste a todos los medios de comunicación, aunque sus militantes hablan de un cerco mediático, y cuando lo hace él y su equipo de comunicación se incomodan si se le plantean preguntas como la de la ‘sombra’ del expresidente Correa en un eventual gobierno, tal como sucedió en una entrevista con el periodista de Ecuavisa, Hernán Higuera.
Hay un evidente afán de minimizar las denuncias y no darles importancia, pero alguien que aspira a gobernar un país debe dar muestras de transparencia en todo momento.
Una marca del correísmo ha sido precisamente victimizarse, en lugar de rendir cuentas. De esa forma, han logrado muchas en parte debido a la falta de una institucionalidad fuerte.
El problema es que parece diseñado para repetir frases determinadas. Pero, en este caso, es urgente que responda ante tan graves aseveraciones que lesionan al país.