MÁS ALLÁ DEL FÍSICO, MIRAN UNA PROFESIÓN
No parece un caso aislado. Aunque tampoco es generalizado, psicólogos y algunos pacientes recuperados en Wuhan reconocen casos en los que quienes se han recuperado han quedado estigmatizados en sus círculos. Gente que ha sentido el rechazo de sus vecinos, familiares o amigos, temerosos de la enfermedad y sus consecuencias. Algunos de ellos -contaba en noviembre una antigua profesora universitaria que atendió un “teléfono de la esperanza” durante el confinamiento- desarrollaron cuadros de ansiedad, sentimientos de culpabilidad o problemas de autoestima. Más allá de las consecuencias de la pandemia, la señora Chen también admite otras suspicacias personales. “Para mi hijo no me gustaría una maestra. Las de antes sí eran mujeres educadas, pacientes y de buen corazón. Pero ahora las jovencitas que se dedican a la enseñanza ya no son tan modosas. Algunas fuman, ¡algunas hasta beben!”, comenta, moviendo la cabeza en un gesto desolado. Aunque tanto ella como la señora Qin aseguran que lo importante, más allá del físico o una profesión e ingresos adecuados -el novio ideal, reza el dicho chino, debe ser gaofushuai (alto, con dinero y atractivo), la novia baifumei (de piel clara, rica y bella)-, es que “haya química entre ellos”. “Es lo más importante, que estén a gusto los dos para que puedan pasar juntos toda una vida”, insiste Qin.