El mundo desnortado
Los actuales acontecimientos mundiales, en lo político, económico, sanitario, etc. no tienen referente en el último medio siglo y en otros casos en más de 100 años. La pandemia está muy lejos de ser un problema superado. Por las nuevas variantes se piensa que habrá que vacunar mayor porcentaje de población, el 70 % establecido es insuficiente. Por la crisis de COVID-19 los gobiernos se dedicaron a imprimir billetes y están creando una colosal deuda pública que podría traer consecuencias funestas. La deuda privada también ha aumentado. Se calcula que al cierre de 2020, la deuda global total representaría 365 % del PIB mundial.
El cambio climático continúa sin control. Al terminar el 2020, la ONU tiene malas noticias: “El mundo está muy lejos de cumplir los objetivos del Acuerdo de París. […] las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, permanecen en niveles récord. La temperatura sigue aumentando y el agua y los ecosistemas están cada vez más amenazados”. La especulación en productos financieros ha alcanzado niveles históricos. Estando la economía estadounidense en situación tan precaria por los millones de empleados que perdieron sus puestos y decenas de miles de pequeños y medianos negocios que cerraron por la pandemia, los índices bursátiles no paran de subir. En menor escala sucede en Europa y Asia. La sobrevaloración de las acciones ha llegado a niveles históricos. Los inversionistas están convencidos de que no hay límite para el precio de las acciones. Se crearon nuevas fortunas en uno de los peores años en décadas.
La democracia fue puesta a dura prueba en Estados Unidos, todavía no se sabe cómo terminará el enfrentamiento entre fanáticos de Trump, incluyendo más de 140 legisladores, y los que quieren regresar al país de Washington, Jefferson y Franklin.
Lo que pasa en EE. UU. tiene repercusiones en todos los continentes. ¿Retomará el liderazgo mundial o será China quien lo asuma? El enfrentamiento seguirá entre los dos. Rusia no se quedará atrás, Putin también quiere que se lo tome en cuenta. ¿Qué sucederá con Irán y el resto de países árabes?
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