ANÁLISIS TÉCNICO / DEPARTAMENTO DE INVESTIGACIÓN DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE SANTIAGO DE GUAYAQUIL Prevención y mitigación de desastres por sismos
El Ecuador es un país vulnerable a los desastres naturales, principalmente de origen sísmico, geológico e hidrometeorológico. Es posible citar, entre los más importantes, las inundaciones originadas por el fenómeno de El Niño 1982-1983 y el de 1997-1998; el terremoto de 1987, que ocasionó graves daños a la infraestructura de transporte hidrocarburífero; los deslizamientos de tierra en La Josefina de 1996; el terremoto de Bahía de Caráquez de 1998 y recientemente el terremoto del 16 de abril de 2016, con ingentes costos a la propiedad pública y privada de Esmeraldas, Manabí y Guayas, además de la pérdida de cientos de vidas humanas.
La necesidad de reponer el patrimonio perdido como consecuencia de los desastres ha significado la merma de la capacidad estatal para impulsar el desarrollo, puesto que estos desastres, a más de los cuantiosos daños en la infraestructura y en la producción, han significado graves impactos sociales y disminución de la calidad de vida de la población afectada, considera el ingeniero Walter Mera, PHD, vicerrector de Investigación y Posgrado de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil.
Por estas razones considera que es absolutamente necesario impulsar estudios para la evaluación de la vulnerabilidad de los desastres naturales en el país, a través del análisis tanto de la vulnerabilidad física como de la vulnerabilidad institucional, para conocer el proceso por el cual las instituciones se tornan vulnerables y para predecir y mejorar su capacidad de respuesta en la reparación de las afectaciones de los desastres.
La importancia de este tipo de estudios consiste en que permiten llegar a conocer los efectos potenciales y/o pérdidas de los planes de desarrollo y programas de inversión, además de definir medidas que eviten o atenúen las consecuencias de los futuros desastres, a través de la modificación de las condiciones que propician que los efectos de estos se presenten.
Algunos aspectos importantes son aquellos relacionados con la planificación del medio, regulación de usos del suelo, seguros, preparativos para la atención de emergencias, educación, información, organización comunitaria, mejoramiento de la capacidad de respuesta institucional, etc. Son medidas de prevención y mitigación que, incorporadas en los planes de desarrollo, están dirigidas a disminuir la vulnerabilidad física, funcional y social.
Solamente cuando se cuente con estudios e investigaciones para la reducción de la vulnerabilidad a los desastres naturales será posible diseñar planes para la mitigación de sus efectos.
Estos estudios podrán aportar a la elaboración de planes para educar y crear una cultura de prevención de desastres naturales, y así contribuir a la planificación global de una región teniendo en consideración su vulnerabilidad a los desastres naturales. Ayudarán al fortalecimiento de la capacidad de respuesta institucional, como consecuencia del conocimiento de sus fortalezas y debilidades. Será factible rediseñar las estructuras estratégicas de ingeniería que hayan sido identificadas como vulnerables. Se podrá realizar la estructuración de los grupos especiales de auxilio básico a la población en los gobiernos seccionales y también llevar a cabo una zonificación para preparar a la población en caso de desastres, así como elaborar planes de mitigación de desastres, con lo que se logrará minimizar las pérdidas socioeconómicas de una región, fortalecer el sistema de atención de emergencias en la zona estudiada en caso de desastres naturales, mediante la actualización de los planes de respuesta.
Es importante notar que durante la ocurrencia de los desastres naturales por sismos o terremotos, las principales afectaciones se dan tanto por el daño a la infraestructura civil de edificaciones (llegando incluso hasta el colapso, la interrupción de las vías de comunicación y de los puentes), como también por la afectación a servicios públicos básicos como agua potable, alcantarillado y provisión de alimentos. También, por el aumento o disminución de las oportunidades de empleo y el incremento de la migración masiva hacia las principales ciudades.
En este contexto, la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, a través de su Instituto de Investigaciones de la Facultad de Ingeniería, ha desarrollado proyectos a lo largo de su historia de más de 35 años de existencia, para contribuir a la prevención y mitigación de los desastres naturales por la ocurrencia de sismos.
En 1997 Guayaquil fue seleccionada entre más de 60 urbes alrededor del mundo para la realización de estudios especiales para planificación, prevención y mitigación de desastres por sismos. En total, fueron escogidas nueve ciudades de cuatro continentes para desarrollar el proyecto Radius (Metodologías de Estimación de Riesgo para el Diagnóstico de Áreas Urbanas contra Desastres Sísmicos).
EL DETALLE
Proyecto Radius. Lo auspició la ONU, con contraparte del Municipio de Guayaquil. Lo elaboró el Instituto de Investigación y Desarrollo de la Facultad de Ingeniería (Iifiuc).