Piscinazos de última hora y un regreso escalonado desde las playas tras el feriado
Salinas desalojó el malecón y mandó a dormir en la última noche
Ytras el último día, todos a dormir.
pasar todo el feriado festejando en las calles del malecón de Salinas, la policía mandó a dormir temprano a los visitantes en la última noche tras la polémica por los videos de aglomeraciones de las veladas anteriores. “Todos a dormir, se les acabó la fiesta”, eran las expresiones de los elementos policiales, municipales y de tránsito a la medianoche del lunes para martes.
El disfrute de última hora llegó en contraste para habitantes de Guayaquil. Como los moradores de las calles Colón y 22, al suroeste de la ciudad, que instalaron siete piscinas confiados en que la policía no iba a acudir el último día del puente carnavalero a cortar el cierre de la celebración, como sí se vio en los primeros días del feriado. “Si comparamos las aglomeraciones en las playas y la venta libre de licor...”, reflexionaban sobre el riesgo de contagiarse de COVID-19 al usar piscinas en la calle.
Pese a que ya habían recibido la visita de la autoridad, varios sectores insistieron en colocar las piscinas. Es el caso del barrio de la 16 y Febres-cordero. “Aquí estamos en familia, además son los pequeños los que más disfrutan del agua”, manifestó la moradora Karina Iñiguez, quien cuestionó a los policías que la mañana de ayer llegaron para decomisar una manguera, con el fin de evitar que llenen las piletas.
A las ocho de la mañana comenzaron a movilizarse las familias en una operación retorno que, al menos hasta el cierre de esta edición, se organizó de forma escalonada para evitar embotellamientos, pese al flujo constante de vehículos.
A esa hora, se registraba un mayor movimiento de pasajeros en la terminal terrestre de Guayaquil. Diez miembros de la familia Borrero llegaron de El Carmen, Manabí. Tomaron el bus de la madrugada para evitar inconvenientes.
Mientras que Lourdes Guamán retornó con sus dos hijos a Ambato. “Prácticamente estuvimos una semana en Guayaquil con la familia que no veíamos desde hace cinco años”.