El nuevo logo de la CIA desata la polémica
El azul y beis que antes caracterizaba a la agencia es cosa del pasado
La CIA ha sido siempre algo más que una agencia de espionaje que debía proteger los intereses de Estados Unidos en el mundo. Desde su fundación, el 18 de septiembre de 1947, esta amalgama de espías, mercenarios y funcionarios del Estado se ha dedicado a derrocar gobiernos, traficar con armas, atentar contra civiles y montar gigantescas operaciones de desestabilización a lo largo y ancho del globo.
Pero los tiempos cambian y, después de que Trump les criticara sin cesar mientras su influencia parecía apagarse, los muchachos de la Agencia Central de Inteligencia han reaccionado dando un vuelco a su propia historia.
Hace solo unas semanas se presentó el nuevo logo, acompañado de una campaña de reclutamiento online. El azul y beis que antes vestía el logo de una de las organizaciones secretas más poderosas del mundo ya son cosa del pasado y han dado paso a una imagen más moderna, pero no exenta de polémica.
Gina Haspel, la primera mujer que ocupa el puesto de directora de la CIA, declaró a Associated Press que espera que este lavado de imagen sirva “para decir a los interesados que aquí les espera un entorno de trabajo dinámico”.
Según estadísticas de la propia CIA, las minorías étnicas en los distintos organismos de inteligencia de Estados Unidos han pasado de ser un 0,3% hace solo una década al 25% en el presente, pero en 2015 solo un 10% de los altos cargos de la Agencia no era de raza blanca, a pesar de que las minorías representaban un 26% del total.
Por eso, en los medios estadounidenses especializados se especula con la idea de que en realidad la nueva campaña persigue un doble objetivo: primero, bajar la media de edad de la agencia; segundo, reclutar a más minorías y diversificar los esfuerzos en distintos países con perfiles completamente nuevos.