La maldad humana no tiene límites
El jueves 25-feb-2021 en el parque cercano a mi domicilio, el colaborador municipal que da mantenimiento a dicha área verde encontró cuatro gatos recién nacidos abandonados dentro de un muy deteriorado saco habano de hombre. Al momento del hallazgo dichos bebes cachorros tenían el cordón umbilical y sus ojos completamente cerrados. Un hecho en particular llamó mi atención sobre esta macabra escena y es que dentro del saco habían arrojado migajas de pan y las hormigas hicieron de las suyas sobre estos cuerpecitos inocentes. Desconozco si la intención era que se alimenten o que otros animales los devoren al escuchar sus llantos. Me pregunto: ¿la maldad humana zumba igual que los mosquitos o la gente no sabe cómo alimentar un gato bebé? Si el colaborador municipal Vicente Garcés Mora no fuera una persona precavida hubiera lanzado su pala de metal sobre dicho saco y los gatitos morían de inmediato; pero gracias a Dios, actúo con prudencia e investigó. Hago énfasis en su actuar porque es justo realzar lo correcto. Soy animalista de obra y no de palabra. Considero que las autoridades municipales deberían hacer campañas de concientización sobre la importancia de esterilizar a mascotas, ya que “esterilizando un gato/gata se salva a 100 gatos de vivir en la calle”. Campañas de esterilización gratuita por parte de la Municipalidad existen pero falta voluntad en los ciudadanos para acceder a ellas. Es en este nicho enorme donde se debe trabajar para crecer como ciudadanos responsables.