Respuesta a “Reconocimiento de obra correísta”
Es, aparentemente, encomiable la cantidad de obras, leyes y acciones ejecutadas por el gobierno de Correa. Pero no voy a cuestionar sobre la terrible situación económica del IESS; ni sobre el uso del dinero recaudado de impuestos para ¿salud, educación, seguridad? Tampoco sobre las estadísticas de los becados en el exterior: cuántos son emprendedores, cuántos trabajan en el sector público, cuántos en el privado y si su pago de IR justifica la inversión (la educación es uno de los caminos para alcanzar el buen vivir, no el objetivo. Cuba sin analfabetos, repletos de ‘masters’ y nadie migra para vivir allá); tampoco sobre el trágico incremento del tráfico y consumo de droga entre los jóvenes; ni sobre los derroches en megaobras como el edificio Unasur, refinería Pacífico, Plataforma Financiera Gubernamental; ni sobre los nuevos millonarios (después de todo, de cada nuevo gobierno salen nuevos millonarios). Tampoco sobre la credibilidad de que la pobreza ha bajado, cuando en el camino han cambiado la metodología de análisis, o que nuestra realidad es que el nivel de pobreza oscila con el nivel del precio del petróleo. Lo único que cuestiono: ¿fue necesario habernos endeudado tanto?, ¿vender a futuro el petróleo, afectando los ingresos posteriores?, ¿fue consumirnos los ahorros petroleros? ¿Luego de 10 años de “milagros”, obtuvimos realmente un crecimiento del país e independencia del petróleo? Existe una fría, lacónica y corta respuesta a estas preguntas: NO.