Las fallas del correísmo obligan a una revisión interna
Voces de la tendencia reconocen errores en la forma de comunicar que les impidieron conectar con los más jóvenes. Ahora le apuestan a una renovación de sus cuadros
Los resultados para el correísmo suponen una revisión de estrategias y explican que el liderazgo no se endosa.
FLAVIA FREIDENBERG, de la Red de Politólogas
Aceptamos que cometimos errores. Vamos a revisarlos, sobre todo lo que pasó en la Sierra y la Amazonía.
VÍCTOR MEDINA, coordinador de UNES Guayas
Quizás no conectamos con el interés de los ciudadanos, en especial ese 40 % de jóvenes.
MARCELA AGUIÑAGA, asambleísta correísta
Un golpe. La Revolución Ciudadana, el correísmo, Unión por la Esperanza, tres nombres con los mismos rostros que ahora comparten el amargo sabor de la derrota que no habían experimentado nunca. Acostumbrados a ganar en elecciones presidenciales desde el 2006, la tendencia política liderada por el expresidente Rafael Correa evalúa, replantea y algunas de sus voces hablan incluso de reinventarse ante la respuesta de los votantes que en esta ocasión les dijeron ‘no’.
Y ese ejercicio empieza por reconocer en lo que se falló. Aquí las lecturas son variadas. El exmandatario y líder de UNES, en una reciente entrevista con la agencia EFE, encontró justificaciones en factores externos y no casa adentro. “(Teníamos) Al Consejo Nacional Electoral fastidiando, la Fiscalía investigando a nuestros aportantes, contralores, (teníamos) en contra a todos los medios de comunicación... al Estado, no solo al Gobierno”.
Marcela Aguiñaga, asambleísta de la Revolución Ciudadana, va más allá. Concuerda con el discurso del expresidente Correa en cuanto al peso de los factores externos, pero también mira al interior. “Quizás no conectamos con los intereses de los ciudadanos, en especial de ese 40 % del padrón electoral de jóvenes que hoy tienen otros intereses. Que solo conocen a la Revolución Ciudadana y no tienen noción del Ecuador de los años 80... Renovar la forma de comunicarnos. Una más ágil y más líquida”.
No solo eso. La legisladora cree que los votantes están cansados de la confrontación entre los políticos. “Hay que avanzar. Más allá de los ricos, pobres, buenos, malos, honestos y deshonestos. Las familias tienen graves problemas... Hay que cambiar el discurso hacia los intereses de la ciudadanía, que está harta de los conflictos entre políticos, y eso es evidente en este resultado electoral”.
Un discurso hostil de ambos lados que en el correísmo tuvo entre sus principales voceros al expresidente Correa. Víctor Medina, asambleísta nacional alterno electo y coordinador de UNES en Guayas, no considera que las reacciones de Correa hayan afectado la candidatura de Andrés Arauz. Cree que cometieron el error de dejarse marcar la cancha y entrar en ese juego. “Algunos actores políticos, entre ellos Rafael, prácticamente entraron en ese juego. Probablemente esa era la intención y cometimos ese error”.
Y una primera conclusión de la lectura de los resultados empuja a esta tendencia a impulsar una renovación de cuadros, adelanta Aguiñaga. Nuevos rostros, entre los que ya aparecen el mismo Arauz y otros que asumirán como legisladores en la próxima Asamblea, comenzarán a posicionarse. Y en este ejercicio de cambio, ¿habrá espacio para rostros no tan nuevos: Rafael Correa, Ricardo Patiño, los hermanos Alvarado y otros? A decir de Medina, la experiencia que aportan estos personajes no debe excluirse. Es más, sería un grave error creer que este proceso de renovación significa dejar de lado voces como las de Correa y otros. “Reconocemos que la experiencia no es un accidente. Cuesta mucho y sobre todo en un traspié como este... No debemos renunciar a nuestro líder histórico. Abandonar el liderazgo de Rafael sería un error. Debemos avanzar a un relevo generacional de la mano de la experiencia”.
Flavia Freidenberg, investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Autónoma de México y coordinadora de la Red de Politólogas, concluye que los resultados del 11 de abril suponen para el correísmo una revisión de sus estrategias pero, en particular, explican que los liderazgos no se pueden endosar. “No es cierto que un líder pueda esperar que otra persona le reemplace. El carisma no se endosa. Tampoco el liderazgo, ni las ideas. El costo de esta derrota supondrá un realineamiento interno en el movimiento; una revisión de qué ocurrió y cómo ocurrió pero, en particular, la discusión respecto a quién o quiénes son los herederos naturales del correísmo”.
49 ASAMBLEÍSTAS tendrá la alianza Unión por la Esperanza en este nuevo periodo legislativo, que iniciará el próximo 14 de mayo.